El arzobispo de Burgos, don Mario Iceta Gavicagogeascoa, ha aprobado la nueva configuración de la curia pastoral de la archidiócesis. Tras las propuestas de la última Asamblea Diocesana, y después de varias reuniones de trabajo entre el Consejo Diocesano de Pastoral, el Consejo Episcopal y las delegaciones existentes hasta la fecha, la reorganización de los distintos servicios diocesanos comenzará a funcionar en septiembre, con el inicio del curso y la publicación del nuevo plan de pastoral para los próximos cuatro años. El secretario canciller de la curia será el encargado de redactar los nuevos estatutos, que se publicarán en el Boletín Oficial de la Archidiócesis en el último trimestre del año.
Entre las novedades de la nueva curia, destaca la creación de un equipo de trabajo en la vicaría de Pastoral. En él se integrarán algunos delegados o responsables de las diferentes áreas pastorales y a ellos corresponderá la animación y vertebración del trabajo compartido entre las distintos organismos.
Además, a partir de ahora, cada delegación o departamento diocesano deberá contar con un equipo de trabajo, con la presencia de laicos, sacerdotes y consagrados, y elaborar planes de acción siguiendo las directrices del plan diocesano de pastoral.
Las delegaciones que dependen directamente de la Vicaría de Pastoral se agrupan en cuatro amplios sectores. Las delegaciones para el laicado, familia y vida, pastoral del trabajo, pastoral gitana, infancia, adolescencia y juventud; catequesis, educación y cultura se integrarán en el ámbito del «anuncio del evangelio». El sector de «celebración de la fe» estará compuesto por las delegaciones de liturgia y piedad popular y cofradías; mientras que Cáritas, pastoral penitenciaria, pastoral de la salud y pastoral para las migraciones y la movilidad humana se agruparán bajo el paraguas de «caridad y justicia». Las delegaciones de «comunión y cooperación» serán misiones y ecumenismo y diálogo interreligioso. Por último, hay otros servicios que también dependerán de la vicaría de Pastoral, como el departamento de formación sociopolítica, promoción de la ecología integral, peregrinaciones, Voluntared y el Centro de Escucha San Camilo.
Por su parte, la delegación de la Vida Consagrada dependerá directamente del arzobispo, mientras que los departamentos de comunicación, informática e innovación tecnológica, patrimonio cultural y causas de los santos dependerán de la vicaría general.
Con la nueva organización de delegaciones y secretariados, el arzobispo podrá designar nuevos responsables. Desde su llegada a Burgos, hace casi tres años, todos ellos habían sido prorrogados del anterior mandato episcopal, salvo los nombramientos de delegados de Pastoral Obrera y Pastoral Penitenciaria. El arzobispo ha agradecido la dedicación generosa de cada uno de los delegados o secretarios anteriores, así como sus aportaciones para la reestructuración actual.