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Medio centenar de adolescentes han iniciado el curso pastoral con una peregrinación al santuario cántabro de Santo Toribio de Liébana. Coincidiendo con su año jubilar, jóvenes de las parroquias del Buen Pastor de Miranda de Ebro, Quintanar de la Sierra, y San Gil, San Lorenzo, San Lesmes y el Hermano San Rafael de Burgos recorrieron a pie los últimos 44 kilómetros de esta ruta para venerar la reliquia más grande que se conserva de la cruz de Cristo.
Tres jornadas de convivencia en la que los adolescentes –de entre 12 y 17 años– recorrieron a pie el tramo que va de Cades al santuario lebaniego, pernoctando en las localidades de Cicera y Cabañes. También hubo tiempo para la convivencia, el disfrute de la naturaleza y una visita cultural a la localidad de Potes. A su llegada al monasterio, participaron en la eucaristía de los peregrinos, presidida por el obispo de Santander, don Manuel Sánchez Monge, y adoraron el fragmento del ‘lignum crucis’.
Desde hace años, la delegación diocesana de Infancia, Adolescencia y Juventud aprovecha los primeros días del mes de septiembre para realizar una peregrinación con la que dar inicio al curso pastoral. Durante varios veranos completaron distintos tramos del Camino de Santiago hasta culminar la ruta el pasado año con la participación en la Peregrinación Europea de Jóvenes en Compostela. En 2022 recorrieron a pie el camino de Santo Domingo hasta Caleruega y, en esta ocasión, ante la celebración del año jubilar, se han desplazado hasta Cantabria para culminar el Camino Lebaniego.