Con el objetivo de revitalizar nuestra vida cristiana como servidores de la Buena Noticia de Jesús dentro de la familia diocesana, la parroquia de San Juan de Ortega, en el arciprestazgo de Burgos-Gamonal, acogió al arzobispo el viernes, 16 de febrero a las puertas del Hogar de Ancianos Santa Teresa Jornet. En torno a un café, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa recordó su tiempo de capellán en Córdoba con la comunidad religiosa, a la que invitó a redoblar la pastoral vocacional y a seguir siendo prolongación del abrazo cariñoso del Padre con los ancianos. Posteriormente, con los residentes, mantuvo un coloquio en el que insistió en la necesidad de estar atentos y acompañarse. Más tarde, con los trabajadores, tuvo palabras de agradecimiento y aliento en su difícil tarea.
Durante la segunda parte de la mañana, el arzobispo visitaba el colegio del Sagrado Corazón. Fue recibido primeramente por los profesores, que compartieron con él los proyectos del centro, especialmente su dedicación al refuerzo de los escolares con discapacidad. En la capilla, mantuvo una improvisada catequesis en torno al lema que preside la institución, Deus Caritas est, y visitó algunas aulas, conociendo las aspiraciones y aficiones de niños y adolescentes, invitando a algunos de ellos a plantearse la confirmación. La mañana finalizó con la comunidad religiosa, que compartió con él los cambios sociales del barrio y las estrecheces económicas para dar respuesta educativa a los mismos.
En la tarde, tras el encuentro personal con Francisco Javier García Cadiñanos, el párroco, Mons. Iceta mantuvo una asamblea con los agentes de pastoral de la parroquia que le hicieron llegar la programación pastoral, la vida de los distintos grupos y la experiencia que se va teniendo en torno al lema de este curso: «Ama2, libera2, alenta2». El arzobispo reaccionó desarrollando las claves del Primer Anuncio y de las unidades de pastoral.
En la mañana del domingo, 18, las familias en catequesis, acogieron a don Mario en una de sus sesiones, en esta ocasión dedicada a la necesidad de Parar y Silenciar para escuchar al Dios que nos habla. La visita pastoral concluyó con la celebración eucarística del I Domingo de Cuaresma, en la que se presentaron algunos de los símbolos del proceso de fe de esta comunidad parroquial. El arzobispo, en torno al Evangelio, desarrolló el significado de la Alianza, del Agua, del Desierto y de la Tentación. Con un sencillo aperitivo se concluían estas jornadas, con los saludos y fotos de familia. Una visita que ha servido para ensanchar la experiencia eclesial y ahondar en la misericordia y lealtad del Dios que acompaña los pasos de la comunidad parroquial de San Juan de Ortega.