Tal y como marca la tradición del Viernes Santo en Burgos, a las 13:00h del mediodía se ha procedido al Desenclavo de la Cruz. Es un acto emocionante y emotivo que congrega a una gran cantidad de personas devotas del Santísimo Cristo de Burgos. Debido a las inclemencias meteorológicas, este año el acto ha tenido que trasladarse de la plaza de Santa María -lugar donde tradicionalmente se realiza- al interior de la Catedral, concretamente, al altar mayor del templo.
Este año, el acto ha contado con una nutrida representación institucional, en la que destacaba la presencia de la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, del vicealcalde, Fernando Martínez-Acitores, además de otros miembros de la Corporación municipal; o del delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Roberto Saiz. También han acudido el subdelegado de Defensa, el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Burgos y un representante de la Comisaría Provincial de Burgos de la Policía Nacional.
Como es habitual, al Desenclavo han acudido, además, los priores de las hermandades y cofradías de la Semana Santa de Burgos, encabezados por el presidente de la Junta de Semana Santa, Luis Manuel Isasi, prior de la Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores, con sede en la iglesia parroquial de San Gil, abad.
Durante el acto, la Cofradía de las 7 Palabras y del Santísimo Cristo de Burgos, titular de la imagen, ha procedido al desenclavo de la imagen, a la vez que se daba lectura a la Pasión. Una vez descendido el Cuerpo del Señor y, depositado en unas andas, ha sido presentado a su Madre, la Santísima Virgen de la Consolación, momento tras el cual una miembro de la Cofradía ha recitado el Stabat Mater.
Tras ello, el arzobispo de Burgos ha dirigido unas palabras a los fieles congregados en el templo. Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, ha invitado a los asistentes a dar gracias al Señor por todos los beneficios que nos concede. Además, ha invitado a pedir perdón por nuestros pecados y nuestras faltas, haciendo un símil con las llagas del Señor. En ese sentido, Mons. Iceta ha relacionado la corona de espinas con los pensamientos que no están en Dios; los clavos de las manos con nuestras acciones que no están en Dios o los clavos de los pies con los momentos en los que vamos a lugares a donde Dios no quiere que vayamos.
El arzobispo ha concluido sus palabras impartiendo la bendición y ha sido el primero en besar los pies del Desenclavado. Tras él, todas las personas que lo han deseado han podido venerar la sagrada imagen.