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Con gran expectación y agradecimiento, la comunidad parroquial del Espíritu Santo de Burgos recibió al arzobispo, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, los pasados días 11, 12, y 14 de abril, en una nueva etapa de la visita pastoral que está llevando al arzobispo de Burgos a conocer de cerca las parroquias del arciprestazgo de Burgos-Gamonal. Estas jornadas se han convertido en una experiencia comunitaria «de encuentro, escucha mutua, impulso y aliento», en palabras del párroco, José Manuel Santos. Para la comunidad, era importante darle a conocer diferentes aspectos de la vida de la parroquia, pero sobre todo que entrara en contacto con la comunidad cristiana, con las gentes del barrio, haciendo propio el deseo de perseverar en la tarea evangelizadora.

 

La tarde del jueves, 11 fue recibido por los sacerdotes y pasó al Centro Comunitario Espíritu Santo para compartir con los mayores del barrio que componen el grupo Amanece una agradable tertulia. A continuación, visitó el Espacio Joven, lugar de convivencia y diversión de los jóvenes para, posteriormente, regresar a los mismos locales y reunirse con la junta directiva y monitores del Centro Comunitario Espíritu Santo, iniciativa surgida de la parroquia hace ya más de 30 años, que ofrece un punto de convivencia, acompañamiento y formación para las personas del barrio. Este primer día concluyó con un diálogo con los sacerdotes y la firma de libros parroquiales.

 

La jornada del viernes, por la tarde, el arzobispo tuvo la oportunidad de hacerse presente a los más pequeños, los niños y niñas de Despertar y a sus padres y madres para, después, encontrarse con los Consejos de Pastoral y de Economía, y participar en la Asamblea parroquial, momentos en los que tuvo la oportunidad de conocer por boca de los propios agentes de pastoral la realidad de una comunidad rica en carismas y comprometida, a la vez que escuchar las preocupaciones y retos que en estos momentos se nos presentan. Con una oración finalizó este segundo día.

 

El domingo, por la mañana, le esperaban en el templo los niños y niñas de catequesis, sus familias, los jóvenes y las catequistas para entablar un diálogo en el que le conocieron y le trasladaron las tareas, así como las inquietudes y dificultades que encuentran en el ámbito catequético. Después, celebró la eucaristía con la comunidad, en la que animó a madurar en la fe a partir de la presencia de Jesucristo resucitado. Concluyó la visita pastoral con un saludo a todos los presentes.

 

«A la ilusión y alegría con la que la comunidad acogió la visita pastoral y la presencia de D. Mario, se unen a las muestras de cariño y cercanía de nuestro arzobispo hacia toda esta comunidad», explica el párroco, a la vez que le agradece al arzobispo «el esfuerzo demostrado y sus palabras de obispo, de hermano y de amigo».