Dentro de los actos con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, organizados por la Delegación de Pastoral para las Migraciones y la Movilidad Humana, estaba la presentación del documento Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la Pastoral con Migrantes, una exhortación pastoral elaborada por los obispos españoles y aprobada en su Asamblea Plenaria de marzo de este año. El encargado de presentarlo ha sido Mons. Fernando García Cadiñanos, obispo de Mondoñedo-Ferrol y presidente de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
Partiendo de que los destinatarios del documento son la propia comunidad cristiana y los migrantes, el documento pretende un cambio de mirada y de conciencia, una conversión personal y pastoral. «O somos una Iglesia acogedora y misionera, o no seremos», ha señalado el prelado de origen burgalés. Mons. García Cadiñanos también ha invitado a reconocer la aportación de los migrantes a la sociedad española y a la Iglesia, desde una perspectiva profética y con el horizonte de la catolicidad.
Como criterios de acción, ha desarrollado el derecho a no tener que migrar, el derecho a migrar y a la ciudadanía mundial, la necesidad de una autoridad mundial y la cultura del encuentro. Finalmente, ha enunciado algunas de las 42 propuestas y buenas prácticas que el documento episcopal recoge en su capítulo final. A la exposición ha seguido un coloquio intenso y a veces tenso, muestra de lo difícil que es tratar este tema de las migraciones con serenidad, y prueba de que a veces se antepone la ideología política a la mirada desde la fe.
Previamente a la charla, el obispo ha mantenido un café-coloquio en la Casa de la Iglesia con cerca de 25 sacerdotes y agentes de pastoral acerca de la aportación que la Iglesia debe hacer en estos momentos en el campo de las migraciones.