El próximo domingo, la Iglesia en España celebra el Día de la Iglesia Diocesana. Una oportunidad para que las diócesis españolas rindan cuentas de la labor realizada durante el pasado año y muestren de forma transparente cuáles son los recursos con los que cuenta para realizar esta actividad. La ecónoma de la archidiócesis de Burgos, Mariola Rilova, ha participado esta mañana en el programa El Espejo de COPE Burgos, donde ha compartido los retos y avances en la gestión de los recursos de la archidiócesis. Rilova también ha subrayado la importancia de la transparencia en la administración de los fondos y el compromiso con la sociedad.
Rilova ha asegurado que, aunque «quedan cosas por mejorar», la archidiócesis y las diócesis de España están haciendo un gran esfuerzo para «transmitir a la sociedad todos los números, todas las cifras» y así demostrar claramente «a qué destinamos estos recursos que obtenemos». La ecónoma ha remarcado que este proceso es fundamental para que las personas puedan confiar en el destino de sus aportaciones y sentir que «esas ayudas se ven reflejadas en actuaciones palpables y que llegan a la sociedad».
La transparencia es, de hecho, un objetivo central en la administración diocesana. Rilova ha explicado que se está desarrollando un programa desde la Conferencia Episcopal para que todas las diócesis publiquen sus cuentas en la web Info Participa, permitiendo que «todos podamos tener la información clara y directa» sobre cómo se emplean los recursos.
El presupuesto anual de la archidiócesis supera los 44 millones de euros, una cantidad que, como Rilova admite, «no es fácil de manejar», pero que gestionan «con seriedad». La ecónoma también ha hecho referencia al ligero déficit registrado en 2023, el cual responde, según sus palabras, a la necesidad de ajustar los gastos a los ingresos confiados, asegurando que «como buen padre de familia, la Iglesia actúa igual».
Además, la archidiócesis ha consolidado los datos de todas sus instituciones, desde Cáritas y las parroquias hasta la catedral y el seminario, incluyendo en esta ocasión las cuentas de la Fundación Educativa Manjón-Palencia, una entidad creada para separar el volumen de recursos destinado a los colegios diocesanos. Esta consolidación, según Rilova, responde también a la exigencia de transparencia de la Conferencia Episcopal.
Rilova ha destacado la labor de la archidiócesis para asegurar que todos los recursos se empleen con la máxima transparencia, subrayando: «Queremos justificar hasta el último céntimo». Según ha explicado, este esfuerzo se refleja en el trabajo conjunto con las parroquias para rendir cuentas de todos los fondos, incluso en aquellos lugares más recónditos de la provincia.
Finalmente, de cara al Día de la Iglesia Diocesana, Rilova ha invitado a la participación activa en la vida de la Iglesia, animando a cada persona a buscar en su interior las capacidades y recursos que puede aportar: «Para mí la Iglesia Diocesana es eso, que cada uno colaboremos con esa capacidad que tenemos». Capacidades que van desde la oración, el tiempo, las habilidades o los recursos económicos. Recordando el lema de este año, ha destacado el valor de descubrir en nuestro interior el modo de ayudar a los demás, ya sea a través de la oración, la colaboración económica o el voluntariado.
Con esta visión de transparencia y compromiso, la archidiócesis de Burgos reafirma su misión de servicio y rendición de cuentas a toda la sociedad.
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