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Este domingo, 8 de diciembre, ha concluido en Sevilla el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, en el que han participado centenares de congresistas, entre los que se encontraba una nutrida representación de más de 12 personas vinculadas al mundo cofrade de la archidiócesis de Burgos, destacando la presencia del presidente de la Junta de Semana Santa de Burgos, Luis Manuel Isasi Corral, así como el delegado episcopal de Religiosidad Popular, Lucinio Ramos Rebollares.

 

El Congreso Internacional ha llevado por título Caminando en Esperanza y, en él, se han abordado asuntos como la misión evangelizadora de las hermandades, el papel de escuela de vida cristiana que tienen, la importancia de la oración y la liturgia, el factor de la caridad o la importancia de la formación cristiana de sus miembros.

 

Las conferencias, mesas redondas y celebraciones litúrgicas han tenido lugar en la impresionante Catedral de la ciudad hispalense, la mayor del mundo. Entre los ponentes presentes en Sevilla desde el pasado miércoles se encontraban varios cardenales y presidentes de dicasterios de la Curia Romana, así como profesores de reconocido prestigio como Dario Vitali, de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Carlos María Galli, de la Pontificia Universidad Católica de Argentina o el profesor Fabrice Hadjadj, director del Instituto Philantropos, entre otros.

 

La conferencia de clausura de este Congreso Internacional ha corrido a cargo de la Compañía de las Hermanas de la Cruz, una congregación religiosa fundada en Sevilla por santa Ángela de la Cruz y muy querida por los sevillanos. Ha llevado por título Hacer presente el amor de Dios en su pueblo, y en ella han destacado el testimonio de una vida vivida para Dios en la entrega a los pobres más pobres.

 

El Congreso Internacional ha concluido con la solemne misa estacional presidida por el arzobispo de Sevilla, Mons. José Ángel Saiz Meneses y, por la tarde, la procesión de clausura conocida como ‘la Magna’, en la que han participado las imágenes más veneradas en la archidiócesis hispalense: Nuestra Padre Jesús del Gran Poder, el Santísimo Cristo de la Expiración (‘el Cachorro’) o María Santísima de la Esperanza Macarena, entre otros, algunos llegados de otros rincones de la provincia de Sevilla.