Los nacimientos y belenes son estos días uno de los atractivos de iglesias y establecimientos en la Ribera del Duero, pero dos de ellos consiguen atraer un interés especial debido a su peculiar ubicación, en ambos casos, rodeados del medio natural.
Uno de estos escenarios es la Cuesta del Águila, en la Aguilera, hasta donde, un año más, trasladaron las figuras del misterio miembros de la asociación Cuesta del Águila, y de las parroquias de San Cristóbal de La Aguilera y Santa María de Aranda. De nuevo las hermanas de Iesu Communio colaboraron recibiendo a los entusiastas excursionistas y regalándoles la estrella para el belén, elaborado con las técnicas artesanas de sus delicados trabajos. Con canciones y una bendición especial se colocó el belén en una jornada de convivencia que se ha repetido esta navidad por segundo año consecutivo tras la fantástica primera experiencia de la Navidad 2023.
Por su parte, en Aranda, la sección de piragüismo del club deportivo Espeleoduero recuperó en 2016 la tradición de colocar en una barquita anclada en medio del Duero las tras figuras del misterio del Belén, una tradición antigua que se había perdido hacía décadas. También este año los miembros del club deportivo han vuelvo a colocar el nacimiento en un lugar privilegiado del cauce del río, bajo el puente más céntrico de la villa arandina, lugar de paso casi a diario para buena parte de la población.