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En el marco del Encuentro de Obispos, Vicarios y Arciprestes de la Iglesia en Castilla, que se celebra desde este lunes en Ávila, el sacerdote diocesano de Burgos Eloy Bueno de la Fuente ha ofrecido una ponencia titulada ¿Qué está pidiendo hoy el Espíritu Santo a nuestras Iglesias?. La conferencia ha estado marcada por una profunda reflexión sobre la identidad de la Iglesia local y su papel en la conversión pastoral, con una mirada puesta en las conclusiones del reciente Sínodo sobre la Sinodalidad, en el que el ponente, profesor también de la Facultad de Teología del Norte de España, sede de Burgos, ha participado como miembro de la Comisión Teológica.

 

Para abrir su intervención, Eloy Bueno ha hecho referencia a la reflexión de Andrea Riccardi tras el incendio de la catedral de Notre Dame, en la que se preguntaba si la Iglesia, más allá de su éxito institucional, había perdido la pasión evangelizadora. Desde esta cuestión, el ponente ha invitado a cuestionarse sobre el estado actual de la Iglesia y la urgencia de revitalizar su misión desde la sinodalidad.

 

El papel de las Iglesias locales en la catolicidad

Uno de los ejes centrales de la ponencia ha sido la importancia de las Iglesias locales en el camino sinodal. Eloy Bueno ha señalado que el Documento Final del Sínodo evita referirse a la Iglesia como universal o católica en términos generales y pone el énfasis en las Iglesias locales como espacios donde se configura la catolicidad. En este sentido, ha subrayado que la diversidad eclesial no es una fragmentación, sino una riqueza que, desde la comunión, construye la identidad de la Iglesia.

 

Asimismo, ha abierto la posibilidad de que las Iglesias locales puedan avanzar hacia una mayor articulación entre ellas, incluso planteando la celebración de un concilio que favorezca la reflexión y el discernimiento compartido.

 

La conversión pastoral y la identidad eclesial

En su exposición, Eloy Bueno ha puesto el acento en la conversión pastoral como una necesidad urgente para la Iglesia de hoy. Ha identificado una de las «llagas» actuales en la distancia entre el «yo» y el «nosotros» en la vivencia eclesial, insistiendo en que la verdadera identidad de la Iglesia surge de la adhesión personal a Jesucristo y su concreción en comunidades locales.

 

El ponente ha destacado que la Iglesia local no es solo una parte de la Iglesia universal, sino una porción en la que Cristo está presente plenamente. En esta línea, ha defendido la necesidad de reconfigurar el sujeto eclesial, repensando estructuras pastorales y modos de articulación comunitaria.

 

Vocación, ministerio y misión

Otro de los aspectos clave abordados ha sido la articulación del ministerio ordenado y la vocación dentro de la vida eclesial. Ha insistido en que la vocación es un elemento transversal de toda la pastoral y que la distinción entre sacerdocio común y ministerial no es meramente funcional, sino esencial en su referencia a Cristo. Además, ha subrayado la necesidad de evitar clericalismos que desfiguren la identidad de cada vocación dentro de la comunidad cristiana.

 

También ha reflexionado sobre la misión evangelizadora de la Iglesia y la necesidad de que la pastoral ordinaria y la misionera caminen juntas. Ha recordado que la Iglesia no debe entenderse como un ente cerrado en sí mismo, sino como una comunidad en salida, llamada a dar testimonio de su fe en el mundo con autenticidad y coherencia.

 

Hacia una nueva configuración pastoral

Finalmente, Eloy Bueno ha señalado la importancia de repensar las prácticas eclesiales en clave de conversión pastoral. Ha destacado la necesidad del discernimiento, de la escucha real y efectiva en todos los niveles eclesiales y de la profesionalidad y claridad en los procesos de toma de decisiones.

 

Asimismo, ha insistido en la urgencia de superar la soledad en el ejercicio del ministerio y en la vocación, promoviendo espacios de comunión y apoyo mutuo dentro de la vida eclesial. En este sentido, ha subrayado que la Iglesia está llamada a construir comunidades vivas y corresponsables, donde la sinodalidad no sea solo un concepto, sino una realidad tangible que transforme la vida eclesial.

 

Conversación en el Espíritu

Tras la ponencia, los cerca de 100 participantes en el encuentro han respondido a dos preguntas sobre la cultura vocacional y los carismas personales.  La manera de hacerlo ha sido mediante el trabajo en grupos con el método de la «conversación en el Espíritu». Los pasos que han seguido los grupos, con un acento especial en el silencio y la escucha, han sido invocar el Espíritu Santo y comunicar emociones, no ideas, siguiendo los siguientes pasos: se escucha la pregunta, se produce un momento de silencio para articular la respuesta según la acción del Espíritu Santo, cada uno expresa en dos minutos lo que le ha sugerido, sin debate ni interrupción, nuevamente se produce un momento de silencio, cada uno comparte lo que le ha sugerido en positivo lo dicho por los demás, se produce de nuevo silencio, se expresan los consensos suscitados por el Espíritu Santo y se termina dando gracias.