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Este miércoles, 19 de marzo, ha concluido en la Casa de Cultura de Miranda de Ebro el XXXVI Ciclo de Conferencias Iglesia en el mundo actual, una iniciativa del arciprestazgo de Miranda que lleva realizándose durante casi cuatro décadas, que solo tuvieron que ser interrumpidas durante la pandemia. Este año, el tema que se ha tratado ha sido la economía, bajo el lema La economía para el bien común, en línea con la campaña diocesana que se está celebrando este curso.

 

Este lunes ha comenzado el ciclo de ponencias con una conferencia de Enrique Lluch, profesor de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, licenciado y doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Valencia y bachiller en Ciencias Religiosas por el Instituto Teológico de Murcia, dentro de un curriculum más amplio en especialidades económicas y educativas. Su disertación, bajo el título La economía de lo suficiente, la economía del deseo, ha tratado de sensibilizar a los presentes sobre la importancia de centrar la economía en la persona y no primar el beneficio sobre los derechos de las personas.

 

El ponente ha explicado que la sociedad actual ha ido construyendo una sociedad en la que las necesidades básicas ya no satisfacen a la población, sino que surgen nuevos deseos que provocan un mayor ímpetu consumista, que provoca que sean vistos como derechos, lo que abunda en el individualismo y en poca conciencia solidaria.

 

Ya el martes, Francisco Porcar, historiador y experto en Doctrina Social de la Iglesia –además de militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), donde ha ejercido varios cargos de responsabilidad–, ha tratado de iluminar, desde la Doctrina Social de la Iglesia, esta llamada a trabajar por una economía en la que de nuevo la persona sea el centro.

 

En línea con lo expuesto el día anterior por Enrique Lluch sobre la economía para el bien común, Porcar ha dado una serie de pistas, desde diferentes documentos del Magisterio de la Iglesia, sobre la importancia de que la economía se centre en las personas y no solo sea un medio donde las grandes empresas son las que dominan el mundo, desde una perspectiva deshumanizada donde lo único que importa es la obtención de beneficios. Desde el punto de vista que describe la Doctrina Social de la Iglesia, ha destacado la importancia que tiene la dignidad de la persona, para que todos puedan tener las necesidades básicas, teniendo en cuenta que el mundo posee los recursos necesarios para ello.

 

El miércoles, como es tradicional en la tercera jornada de estas charlas, se han expuesto dos ejemplos de trabajos en los que se busca una economía para el bien común, frente a los grandes beneficios y la centralidad de la persona. La primera experiencia es la de Moda Re-, una iniciativa social de Cáritas, distribuida por toda España, presentada por Lorena Salazar, responsable en Cáritas Miranda. Esta iniciativa está destinada a dar oportunidades en el mercado laboral a personas que les cuesta tener un puesto en el mismo, por medio de dar un segundo uso a ropa y complementos, a precios más bajos, para personas que tienen dificultad para poder acceder a materiales más caros y nuevos.

 

La segunda experiencia la ha presentado desde Burgos, Marta Ordoñez, de la Fundación Alter, una fundación que tiene diferentes proyectos, que tienen en común tener en el centro de su actividad a las personas, especialmente las que tienen menos recursos. Una iniciativa destacada es Alteraudio, que está destinada a ofrecer audífonos, una necesidad cada vez mayor, a las personas que no pueden acceder a este tratamiento por las diferentes empresas del sector, ya que se trata de tratamientos muy costosos.