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Porque «educar no es sólo preparar para un futuro profesional, sino también para la vida», Escuelas Católicas ha querido reivindicar un año más su importante papel en la sociedad actual. A través de un manifiesto y un acto conjunto celebrado en la plaza Mayor y con la lluvia como escenario de fondo, han querido dar a conocer su «apuesta por una enseñanza integral, donde cada estudiante desarrolla no sólo sus competencias académicas», sino también «su capacidad de amar, crear, servir a los demás y afrontar los retos de la vida con esperanza y determinación». Y todo, porque esta escuela, además de transmitir conocimientos, también «motiva, impulsa y ayuda a cada alumno a descubrir su vocación, crecer con valores y desarrollar todo su potencial para contribuir a la sociedad».

Además de los representantes de los centros educativos burgaleses –han acudido niños que cursan 5º de primaria de al menos una docena de colegios–, en el acto han estado presentes diversas autoridades, como la alcaldesa, Cristina Ayala, el arzobispo, mons. Mario Iceta, o el director provincial de Educación, José Antonio Antón. También han participado representantes sindicales, directores de colegios de la red católica y miembros de FECAMPA, así como el secretario autonómico adjunto de Escuelas Católicas Castilla y León, Leandro Roldán. Su representante en Burgos, Faustino Díez, ha asegurado que el de hoy no es un día de reivindicaciones sino de «celebración», de «festejar que la escuela católica sigue presentado un servicio a la población de Burgos». Aunque atisba que el futuro de estos centros –«como el de los colegios públicos»– es incierto, dada la baja natalidad, se siente animado: «Nos repartiremos la tarta, estamos todos unidos, escuela católica y concertada. Estamos unidos en esta tarea de educación que es maravillosa, de poder acompañar y formar a estos peques. Es la mejor profesión del mundo», ha subrayado.

Como se ha subrayado en el acto, estos centros suponen «un proyecto de inspiración y transformación». En sus aulas y a través de pedagogías innovadoras, «inspiramos con valores que construyen personas comprometidas con su entorno, con una enseñanza que respeta la diversidad, fomenta la creatividad y ofrece herramientas para que cada alumno alcance su máximo potencial». La lluvia, sin embargo, ha impedido concluir el acto como estaba previsto y será cada centro el que complete un gran mural en el transcurso de los próximos días con el lema «Educación que te inspira», el lema que aúna a estos centros durante este curso.

En Burgos, pertenecen a la red de Escuelas Católicas 29 colegios, en los que se forman 18.949 estudiantes (el 34% del total de alumnos de la provincia) y trabajan 1.744 profesionales, entre docentes y personal administrativo y de servicios. Desde hace una década, estos centros celebran su día en distintas ciudades de Castilla y León, para poner en valor los elementos comunes de la educación católica de la región, dar a conocer sus centros educativos y mostrar el estilo de educación compartido entre todos ellos, fundamentado en valores cristianos, calidad académica e innovación educativa.