Este pasado sábado, 21 de junio, FRATER Burgos, al igual que el resto de Fraternidades de España, ha celebrado el Día de la Fraternidad. Es la primera vez que se celebra este evento, y se ha hecho coincidiendo con el 80 aniversario de su fundación.
Y es que esta jornada, instaurada en todas las fraternidades diocesanas de España, recuerda el nacimiento del movimiento el 17 de junio de 1945 en Verdún (Francia), impulsado por el sacerdote Henri François. Enfermo desde joven de tuberculosis, François descubrió durante sus ingresos hospitalarios el valor humano y espiritual del encuentro entre quienes comparten una misma situación de sufrimiento.
Inspirado por la escena evangélica de la curación del paralítico —«Levántate, toma tu camilla y anda» (Mc 2,11)—, el fundador propuso un camino en el que las personas con discapacidad pudieran asumir su propia vida, recuperar la esperanza, caminar con coraje y convertirse en protagonistas activos tanto en la sociedad como en la Iglesia. Desde entonces, la FRATER ha sido una experiencia de renovación interior para muchas personas marcadas por el dolor, la enfermedad o la exclusión, que han descubierto en ella un espacio de acogida, fe compartida y dinamismo fraterno.
Reconocer el papel activo de cada persona con discapacidad
Un grupo de ‘fraternos’ se han dado cita en las calles aledañas a la iglesia parroquial de Santa María la Real y Antigua de Gamonal para leer un comunicado y visibilizar a las personas con discapacidad como agentes activos y protagonistas (junto con las demás personas) en la construcción de una sociedad y una Iglesia que muestre el rostro cercano y amoroso de Jesús.
En el comunicado que han leído durante la jornada, los miembros de FRATER han subrayado el valor de la fraternidad como rasgo distintivo de su identidad. «Juntando nuestras debilidades, encontramos la fuerza para vivir y caminar, animados por la fuerza de Jesús», han afirmado. Su objetivo no es sólo apoyar, sino reconocer la dignidad y el papel activo de cada persona con discapacidad. La jornada ha servido también para reafirmar su compromiso con la defensa de los derechos de los más vulnerables y con una participación plena y transparente en la vida social y eclesial.
Los participantes en la celebración del Día de la Fraternidad han continuado con una comida compartida y un rato de juegos y divertimento. Y es que se trataba de celebrar lo que viven en su día a día en FRATER y agradecer lo que les aporta, entre risas y diálogo distendido.
