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El año pasado, Valencia acogió la celebración del segundo campeonato nacional de fútbol entre seminaristas de España, una competición en la que los candidatos al sacerdocio de la archidiócesis de Burgos se alzaron con la medalla de plata en una reñida final. Por esta razón, y quizás porque los vientos de la zona son más llevaderos, la tercera edición de este torneo se celebra esta semana en Burgos.

Desde ayer y hasta el próximo jueves, 58 seminaristas procedentes de las diócesis de Vitoria, Osma-Soria, Valencia, Ciudad Real, Zaragoza, Granada y Burgos juegan cada día una liguilla particular, con partidos de clasificación hasta llegar a la final, que se celebrará mañana miércoles en las instalaciones del colegio del Círculo.

La ‘Copa Nacional de Seminarios’ conjuga momentos deportivos con otros de encuentro, convivencia y oración entre los seminaristas del país. Además de los partidos, en esta ocasión visitarán la comunidad de religiosas Iesu Communio, en la Aguilera, y se sumergirán en una de las bodegas de Aranda de Duero. Mañana miércoles, la jornada contará con una visita a la cartuja de Miraflores y, por la tarde, después de la competición, una vigilia de oración de carácter vocacional abierta a los jóvenes de la archidiócesis burgalesa, a la que seguirá una cena en un ambiente festivo.

Mucho más que fútbol

Los seminaristas se han preparado a fondo a este campeonato, aunque «el verano ha interrumpido» los entrenamientos, como explica Boja López, del Seminario burgalés, al que le gusta «mandar y meter goles» en el terreno de juego, donde actúa como delantero. Para López, el deporte es una más de las facetas que cuidan en su formación al sacerdocio, que combina también un «formación más intelectual en los estudios, formación humana y también práctica pastoral en la parroquia».

Borja explica que esta Copa Nacional de Seminarios va más allá del deporte: «El fútbol tiene un componente relevante, pero el torneo también es una bonita oportunidad para conocer otros seminaristas y convivir con ellos, y eso resulta muy enriquecedor». Él ha sido el encargado de organizar la competición de este año, de la que espera «una sana competitividad y una oportunidad para mantener el contacto con viejos conocidos y conocer a otros nuevos».