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Más de un centenar de cofrades de la ciudad de Medina de Pomar se reunieron el pasado sábado 6 de septiembre para celebrar el primer ‘Día del cofrade medinés’, una jornada dedicada a homenajear a Antonio Rasines Orive (Toñín), quien ha encarnado a Jesús con la cruz en cada procesión del Santo Entierro durante una veintena de años, «bajando descalzo, desde la Iglesia de la Santa Cruz, con el ruido ensordecedor de los tambores y acompañado por la centuria romana, para situarte en el centro de nuestra Plaza Mayor, dándonos a todos los cofrades fuerza y fe, para iniciar la procesión de Viernes Santo», tal como describió el presidente de la Asociación de Cofradías, Victor Prado.

 

La jornada comenzó con una misa de acción de gracias presidida por Lucinio Ramos, delegado para la Piedad Popular y las Cofradías en la Archidiócesis de Burgos, que animó a los cofrades medineses a seguir cuidando de la Semana Santa de Medina de Pomar empezando por cuidar el sentimiento del cofrade como comunidad. Tras la misa, Toñín recibió de manos del párroco, Marcos Pérez Illera, el pergamino de la bendición apostólica de Su Santidad el papa León XIV.

 

A continuación, todos los cofrades compartieron en los soportales de la Plaza Mayor una comida de hermandad, que finalizó con la entrega por parte del Ayuntamiento de la ciudad de una placa de cerámica con la imagen de Toñín con la cruz y el Alcázar en agradecimiento por su pasión y entrega a la Semana Santa de Medina. Además, otros amigos y cofrades también quisieron agradecer a Toñín con recuerdos que le emocionaron.

 

Él, por su parte, pidió a los presentes compromiso con la Semana Santa, ya que es la única forma posible para que las tradiciones no mueran.