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Hace un par de años, varios voluntarios se unieron para «custodiar» la ermita de San Amaro de Burgos, permitiendo abrir sus puertas al público de forma segura. Pasado este tiempo, han podido acoger un buen número de visitantes, mientras las acciones de formación y convivencia entre los «custodios» no dejan de ser una constante.

En este contexto, el pasado miércoles, 17 de septiembre, tuvo lugar en la catedral una jornada de encuentro y convivencia entre estos custodios de san Amaro y algunos de los voluntarios de la catedral. En ella compartieron los motivos que han llevado a cada uno de ellos a prestar el servicio que están realizando, bien en la catedral o bien en la ermita de San Amaro, que actualmente se encuentra cerrada al público como consecuencia de las obras de restauración que promueve Patrimonio Nacional.  

Los voluntarios y custodios, que estuvieron acompañados por el deán de la catedral, Félix Castro, y los sacerdotes Jesús María Álvarez y Heriberto García, párrocos «in solidum» de la Unidad Pastoral de San Antonio Abad y de Nuestra Señora de El Pilar, coincidían en que el servicio que prestan quiere ser, sobre todo, una forma de acoger y acompañar a los peregrinos y visitantes que se acercan a nuestros templos. Un servicio que, por otra parte, les llena y colma de alegría y les hace sentirse muy bien.

El encuentro continuó con la visita nocturna a la catedral con el programa ‘Stela’, un recorrido por las capillas más importantes del templo catedralicio que culmina en la nave central. La historia de la construcción del edificio y el mensaje de salvación que esconden estas piedras centenarias, donde los protagonistas son Jesucristo y su madre María, se presentan con música, imágenes y colores que captaron la atención de este equipo de voluntarios y custodios que son el rostro amable de nuestros queridos templos, la catedral y la ermita de San Amaro.