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«A esto estamos llamados como centro académico, a realizar una Teología que mueva a la caridad» en medio de un mundo «fragmentado y dividido» por ocuparse más por las cosas de Dios que por el Dios de las cosas. Con estas palabras, el arzobispo ha animado a los profesores de la Facultad de Teología al inicio del curso a ejercer su responsabilidad docente «buscando a Dios» y como una «tarea pastoral que fecunde la acción de la Iglesia».

Para monseñor Mario Iceta, la tarea de los cristianos es «ser los reparadores de brechas y destrucción» que se dejan ver en el campo «de la familia, la sociedad, entre nosotros». «Es lo que Dios quiere hacer a través de nosotros». Y, en esto, «la Teología tiene mucho que decir, tanto que reflexionar y tanto que ofrecer», ha insistido en su homilía. «Hemos de pensar cómo hacer amable el mensaje del Señor para da respuesta a los interrogantes más íntimos del ser humano», pus Cristo es «la respuesta definitiva, la plenitud de nuestro deseo». «Como teólogos hemos de mostrar, con humildad y mansedumbre, que cada uno pueda encontrarse con el rostro de Cristo que cambia nuestras vidas», ha subrayado.

El gran canciller del centro académico ha presido la eucaristía de inicio del curso en la Facultad de Teología, en la que los profesores han hecho solemne profesión de fe. Después de la misa, ha dado inicio el acto más institucional de la jornada, ya en el aula magna y con la intervención del decano, Roberto Calvo; la lectura de la memora del último año académico y la lección magistral a cargo del profesor Eloy Bueno, titulada «La diferencia cristiana, la paradoja de las paradojas».

Una Facultad abierta a la sociedad

El año pasado, un total de 2.523 personas se formaron gracias a los distintos programas formativos propuestos por la Facultad de Teología burgalesa, a los que habría que añadir numerosas propuestas culturales y ciclos de conferencias realizadas para el público general. 35 alumnos cursaron en 2024-2025 en el Ciclo Institucional, 34 en Licenciatura y 32 alumnos de doctorado. Además, la Facultad de Teología ha contribuido a la formación de 96 personas a través de las diversas Aulas de la Cátedra ‘Francisco de Vitoria’, y 27 en el Instituto de Teología a Distancia, y otros 24 alumnos en un curso online para la formación de en los ministerios de lector y acólito.

Además de esos alumnos hay que añadir a los que cursaron de forma presencial o virtual las clases en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas ‘San Jerónimo’ (201 alumnos), las 94 personas que realizaron los cursos de la D.E.C.A. y las 315 que participaron en las sesiones de la Universidad de la Experiencia. Por otra parte, la Facultad de Teología acompaña la labor educativa de diversos centros agregados, afiliados o patrocinados, que ofertaron formación a un total de 1.759 alumnos.

Según explica el decano, Roberto Calvo, la Facultad de Teología de Burgos oferta una serie de propuestas formativas para «ayudar a los creyentes a seguir conociendo a Jesucristo». Sin embargo, matiza que, desde esta opción, «se derivan una serie de acciones de cara a colaborar con la sociedad a nivel de derechos humanos, a nivel de cultura, a nivel de belleza, con el arte, con la música, etcétera». Desde ahí, «manteniendo lo específico» –continúa–, la Facultad de Teología pretende «abrirse a la sociedad, a entrar en diálogo y a colaborar por el bien común».