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Visitar su diócesis y conocer el estado de sus parroquias, «instituciones católicas, cosas y lugares sagrados» es una obligación para todos los obispos. Según recoge el Código de Derecho Canónico, es una práctica que ha de realizarse al menos cada cinco años y mons. Mario Iceta está metido de lleno en esta tarea. Ya ha recorrido el arciprestazgo de San Juan de Ortega y, a los dos realizados en la capital –Vega y Gamonal–, se suma este curso el del Vena, que agrupa las parroquias de la zona norte de la ciudad.

Las parroquias del Hermano San Rafael, Nuestra Señora de las Nieves y El Salvador, de Villatoro, han sido las primeras en recibir esta visita canónica. A lo largo de tres días, el arzobispo ha tenido oportunidad para conocer de primera mano la vida de estas comunidades, que trabajan como unidad pastoral desde hace ya seis años. Se ha reunido en asamblea con los feligreses de las Nieves y Villatoro y con los consejos pastoral y económico y los miembros de los distintos grupos del Hermano San Rafael. También ha tenido tiempo para visitar una residencia de ancianos y el colegio de los Hermanos Maristas, confirmar a un grupo de 34 adolescentes y jóvenes y participar en una de las habituales catequesis en familia. La visita concluyó ayer con la celebración de una eucaristía.

A lo largo de sus distintas intervenciones, don Mario Iceta ha animado a las tres comunidades a seguir trabajando juntas para que el pueblo de Dios no se vea privado «de los elementos necesarios para la salvación» que se ofrecen en las parroquias. Si la sociología de estos barrios ha cambiado y las necesidades pastorales son otras, ha insistido en la necesidad de aunar fuerzas para lograr que la comunión, la evangelización, la celebración de los sacramentos y el ejercicio de la caridad sean una realidad en este entorno geográfico.

Encontrarse con las personas

El arzobispo ha manifestado en varias ocasiones su alegría por «encontrarse con la gente» en un ambiente distinto al de un frío despacho. Como explica el secretario de la Visita Pastoral, Julio Alonso, don Mario «lo hace contento y con disponibilidad también hacia lo que se le pide», «lo vive con mucha ilusión porque para él lo más importante es encontrarse con las personas».

Según explica el también vicario Territorial, la visita pastoral sirve «para tomar decisiones para orientar la pastoral según las prioridades pastorales de la archidiócesis». Además, es un estímulo para «animar a los sacerdotes, consagrados y laicos en la tarea pastoral y evangelizadora que tenemos que hacer todos con gozo, con empeño y con impulso» para lograr una «pastora la adecuada a los tiempos que vivimos».

La visita pastoral al arciprestazgo proseguirá los días 11, 12 y 14 de diciembre en la parroquia de San Lesmes Abad.