Buena parte de las parroquias del arciprestazgo del Vena se encuentran a orillas del Camino de Santiago a su paso por la ciudad de Burgos. También la catedral. Y hacia ella, como peregrinos, se han encaminado esta tarde miembros de las parroquias que componen este amplio territorio. Lo han hecho portando las cruces de algunas de sus comunidades y ataviados con un pañuelo blanco para celebrar el Jubileo de la Esperanza, en medio del Año Santo universal y coincidiendo con el 950 aniversario del establecimiento definitivo de la sede episcopal en Burgos.
A pesar de la lluvia, unas 250 personas se han congregado en la plaza de Santa María y han atravesado la Puerta Santa del perdón de la catedral. Ya dentro del templo, han tenido posibilidad de acercarse al sacramento de la reconciliación y han celebrado la eucaristía. La colecta de la misma se destinará a un proyecto de construcción de pozos de agua en Senegal, de la mano de la asociación Anvó Africam.
«A pesar de que a veces no hay demasiada conciencia arciprestal, hemos decidido celebrar juntos el Jubileo, porque así manifestamos el deseo de salir de nuestras comunidades al encuentro de los demás», explica el arcipreste, Gabriel Moreno. «El hecho de encontrarnos con otras parroquias subraya la dimensión del peregrino que sale de lo suyo al encuentro con los otros, para acoger y ser portadores de esperanza», insiste, como también ha recordado en su homilía.
El arciprestazgo del Vena está compuesto por 14 parroquias, situadas al norte del Arlazón. Abarca un extenso territorio que va desde la parroquia del Hermano San Rafael, el más oriental, hasta Santa María Magdalena de Villalonquejar, por el oeste, atravesando todo el casco histórico de la capital. Este año, las comunidades cristianas que se integran en esta zona reciben, además, la visita pastoral del arzobispo, que esperan «sirva como acicate y de aliento tanto a nivel parroquial como arciprestal» y como una oportunidad para «buscar caminos conjuntos para la evangelización», como concluye el arcipreste.






