Tú también puedes ser santo es el lema de la campaña del Día de la Iglesia Diocesana que la Iglesia celebra este año el domingo, 9 de noviembre. Con esta jornada, el Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia invita a conectar la santidad con el día a día de nuestras vidas. Precisamente, el 9 de noviembre, día de la Dedicación de la Basílica de Letrán, es la jornada establecida por el papa Francisco para conmemorar a partir de 2025 a los santos, beatos, venerables y siervos de Dios en las Iglesias particulares.
Todos los materiales preparados para esta ocasión están disponibles en la página web de Xtantos. En ella, el Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia presenta las huellas que dejaron los santos, beatos o venerables, sus rostros, para que su historia sea un ejemplo de fe en la vida cotidiana de cada uno de nosotros, además del impacto que supone en cada diócesis y las actividades que se generan a su alrededor. «En ellos encontrarás cada día la inspiración que necesitas para llevar una vida de santidad», apuntan. Todo esto está también en sintonía con la campaña del Día de la Iglesia Diocesana del año pasado en torno a las vocaciones, que llevaba por lema ¿Y si lo que buscas está en el interior?.
Concretamente, en el apartado titulado ‘Huellas’ presentan un mapa interactivo con las diócesis españolas, en el que se ofrecen los lugares donde vivieron los santos, su casa natal, museos específicos o donde se conservan sus restos, que son meta de peregrinación y oración. «Ahí nos damos cuenta que fueron mujeres y hombres de carne y hueso», indican. En la archidiócesis de Burgos, aparecen la casa natal de santo Domingo de Guzmán, en Caleruega; y los sepulcros de san Lesmes, abad, en Burgos; y de santo Domingo de Silos, en Silos.
Asimismo, en otra de las pestañas muestran los ‘Rostros’ de algunos santos, beatos o venerables españoles como santa Teresa de Jesús, san Francisco Javier, san Pedro Poveda, la beata Victoria Díez o el venerable Faustino Pérez Manglano, donde se puede conocer la biografía y una oración de cada uno de ellos. También figura entre ellos el burgalés san Rafael Arnáiz.
Además, se puede ver el impacto que la actividad de la Iglesia tiene en las diócesis. Detrás de muchas realidades con las que convivimos, nos encontramos que muchos pueblos y ciudades tuvieron su origen en hombres y mujeres de fe. También se observa que llevan su nombre plazas, calles o templos, además de diferentes curiosidades en torno a estos hombres y mujeres.
Revistas Nuestra Iglesia, memoria de la labor de la Iglesia en cada diócesis
Desde el Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia subrayan que no solo es una herencia del pasado sino que el impacto es actual: «Cuando se viven las circunstancias cotidianas a la luz del Evangelio, tratando de responder a la llamada a la santidad, se genera un impacto directo a nuestro alrededor».
En esta sección ofrecen con un buscador las revistas Nuestra Iglesia, editadas con motivo del Día de la Iglesia Diocesana, personalizadas por diócesis y en los diferentes idiomas, como memoria particular de las mismas, con los principales ingresos y gastos. En estas publicaciones se muestra el alcance de la labor que realiza la Iglesia, una visión general de todo lo que supone el anuncio, la celebración y la vivencia de la fe en cada una de las diócesis de España. Aquí se puede consultar la revista Nuestra Iglesia de la archidiócesis de Burgos.
Tu ayuda es fundamental
El Día de la Iglesia Diocesana también es una llamada a la corresponsabilidad de todos los fieles laicos en el mantenimiento de la labor de la Iglesia. Y es que tu ayuda es fundamental para seguir creciendo y ayudando a más personas a encontrar su camino hacia la santidad, y se puede concretar de cuatro modos: con tu oración, porque no solo se trata de hacer, también puedes rezar. Porque tu oración es necesaria y será el alma de toda la actividad que se realice. Con ella, los frutos serán mayores y más permanentes. Dedicando algo de tu tiempo en tu comunidad por los demás. El tiempo que puedas: media hora, una, tres horas… Lo que se ajuste a tu situación de vida. Con tus cualidades, porque cada uno puede aportar un poco de lo que sabe: una sonrisa cercana, una mano que apoya un hombro desconsolado, remangarse cuando sea necesario, acompañar en silencio al que sufre… Y con tu donativo, porque recuerda que con tu aportación periódica ayudas más, porque permite elaborar presupuestos y mejorar la utilización de los recursos y planificar acciones a medio y largo plazo. Puedes realizar tu donativo a través del portal ‘Dono a mi Iglesia’ en este enlace.






