Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, ha sido invitado a guiar la primera jornada de formación permanente para sacerdotes del curso de la diócesis de Segorbe-Castellón. En el seminario Mater Dei y junto al obispo local, Mons. Casimiro López Llorente, Mons. Iceta ha guiado la jornada centrada en la primera implicación del concepto de «amigo de Cristo» subrayada por el Papa León XIV: la formación como camino de relación.
El encuentro ha profundizado en la idea de que la formación sacerdotal no puede limitarse a la adquisición de conocimientos, sino que es un proceso que involucra toda la persona —corazón, inteligencia y libertad— para configurarse con Cristo, Buen Pastor. Mons. Iceta ha invitado a los presbíteros a vivir en la familiaridad con el Señor, cultivando la amistad con Él a través de la oración, la celebración de los sacramentos y la meditación de la Sagrada Escritura.
Durante la sesión, se han recordado algunos textos de la Biblia que enfatizan la entrega total del sacerdote al servicio de Dios y de los demás, así como la importancia de vivir la vocación con confianza, esperanza y generosidad. También se ha reflexionado sobre la enseñanza del papa Benedicto XVI sobre la amistad con Jesús, que requiere una comunión profunda de pensamiento, voluntad y sentimientos; y del Papa Francisco, quien destacó el amor humano y divino de Cristo como fuente de la misión sacerdotal y de la vida cristiana.
Entre los objetivos planteados, los sacerdotes han sido llamados a percibir la acción del Señor en su vida, a cultivar las virtudes que capacitan para amar y a desarrollar una vida interior rica que dé frutos en el ministerio pastoral. La sesión ha concluido subrayando que el sacerdote está llamado a ser santo con los demás, transmitiendo a través de su vida la cercanía y el amor de Cristo. Este primer encuentro formativo ha concluido con una comida de fraternidad, fortaleciendo la comunión y el espíritu de unidad entre los sacerdotes.






