La parroquia de San Julián acogió este año la Vigilia diocesana de la Inmaculada, que ha tenido por lema Con María, peregrinos de esperanza.
La oración fue alternando cantos, textos bíblicos, silencios, plegarias compartidas y algunos gestos, como señalar en una pizarra qué situaciones nos desconciertan, al igual que a María, y necesitamos la luz de Dios para entenderlas, o inflar unos globos como signo de la necesidad de dejarnos llenar del Espíritu y compartir la alegría con los demás.
En el contexto de las últimas semanas del año jubilar Peregrinos de Esperanza, María fue presentada también como caminante en esperanza, que nos pone a nosotros a caminar desde el Jubileo. Concluyó la vigilia con la entrega de una Guía para terminar el Jubileo y la invitación a participar en la eucaristía de clausura, que tendrá lugar el domingo, 28 de diciembre, en el altar mayor de la Catedral, presidida por Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos.






