
Con motivo del 950 aniversario del traslado de la sede episcopal de Oca a Burgos que la Iglesia en Burgos está celebrando este 2025, el Cabildo Metropolitano de Burgos y la archidiócesis promovieron un ciclo de cuatro conciertos bajo el título La Música Dormida. El legado musical de la catedral de Burgos, organizado por la Fundación Consulado del Mar, que recupera y presenta composiciones inéditas procedentes del archivo de la catedral de Burgos.
La formación musical burgalesa Burgos Baroque Ensemble, tras investigar y estudiar, desde el año 2020, el importantísimo material correspondiente a los siglos XVII y XVIII que se encuentra en el Archivo Musical de la catedral de Burgos, ha interpretado una serie de composiciones nunca antes presentadas, aunando el respeto por el rigor histórico con instrumentos de época y puestas en escena innovadoras, con la intención de acercar la música antigua al gran público.
El último de estos conciertos va a tener lugar el próximo sábado, 21 de noviembre, en la iglesia de Santa María la Real de Aranda de Duero, con el título La voz de la Catedral. La música de la catedral de Burgos durante los siglos XVII y XVIII. Así lo han presentado hoy Carlos Izquierdo Yusta, canónigo de Cultura del Cabildo Metropolitano; Antonio Miguel Méndez Pozo, presidente de la Fundación Consulado del Mar; Francisco Javier Sariot Marquina, presidente de la asociación Burgos Baroque Ensemble; y Tomás Fisac de Frías, presidente de la Fundación Caja Rural de Burgos, que patrocina este concierto.
Burgos Baroque Ensemble, bajo la dirección de Ulises Illán, ofrecerá un programa cargado de un amplio panorama de épocas, estilos y formas de las «músicas dormidas». Incluye obras especialmente queridas y alguna que, ya transcrita, no había encontrado lugar antes en ninguno de los conciertos anteriores.
Es el caso de piezas como Ello es que fil ha de haber, Como naze el niño ermoso o Festivo el júbilo, que suponen un auténtico estreno en tiempos modernos. Estarán acompañadas de otras obras ya interpretadas como In te Domine speravi, Oigan los ecos armonicos o Torre Metropolitana, una de las obras más insólitas del Archivo: un villancico a doce voces en tres coros que celebra, a raíz del Nacimiento, la construcción de la Catedral con onomatopeyas y argot de la construcción. Una pieza de la que se desconoce su autor, aunque todo apunta a que pudo ser compuesta en 1721 para conmemorar el 500 aniversario de la construcción de la Seo, tal vez por Manuel de Egües, maestro de capilla en aquellos años.






