En la Ribera del Duero el tiempo de Navidad, además de reunir a las familias, también congrega a los miembros del arciprestazgo de Santo Domingo de Guzmán. Lo hace en torno a la música, con el tradicional festival de villancicos que ha vuelto a celebrarse en la tarde de este sábado, 30 de diciembre.
El evento ha tenido dos sedes para facilitar la participación de casi una treintena de coros procedentes de los municipios de este extenso territorio sureño de la provincia de Burgos. El convento de las Madres Concepcionistas de Peñaranda de Duero ha sido el punto de encuentro para los pueblos de la zona este del arciprestazgo, mientras que los coros de la zona oeste se han reunido en la iglesia parroquial de Olmedillo de Roa. Aunque se trata de una muestra no competitiva, cada agrupación musical ha pasado semanas ensayando con empeño su participación para ofrecer un bonito conjunto de actuaciones al resto de los asistentes y compartir la alegría del nacimiento del Niño Dios.
Entre las piezas musicales elegidas este año ha vuelto a sorprender la variedad y originalidad de los villancicos elegidos, entre los que no faltan canciones tradicionales, que se han intercalado con otros temas de carácter más moderno, con aires rocieros o extraídos del repertorio de artistas famosos. También ha habido villancicos de estreno, originales en letra o música y compuestos por alguno de los participantes. Una rica variedad de estilos que también se ha desplegado en los instrumentos musicales con los que se acompañan las agrupaciones: a las panderetas, sonajas y cascabeles que casan bien con la tradición de las canciones navideñas también se han sumado el cajón, las guitarras y el instrumento estrella de este año: la maraca en forma de huevo que ha acompañado las voces de varios de estos coros.
Tras desplegar el repertorio musical se ha desarrollado la segunda parte de la programación, de igual importancia que la primera, en la que los participantes han compartido un rato de convivencia con una pequeña merienda que ha permitido establecer o reforzar los vínculos entre los miembros del arciprestazgo de las distintas comunidades parroquiales.