La visita pastoral del arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, a la parroquia de San Pablo comenzó el pasado viernes, 19 de enero, en la comunidad de las Hijas de Jesús y, en un ambiente cordial, se dialogó sobre la historia y casas de esta congregación y sobre su implicación y aportación a la parroquia.
Después de saludar al director del colegio Blanca de Castilla, se pasó al salón de actos donde esperaban los alumnos más mayores, a los que el arzobispo invitó al esfuerzo y superación por alcanzar sus aspiraciones, sin olvidarse de lo más importante: ser buenas personas. A continuación hubo un encuentro con los profesores de primaria a quienes recordó que educar es sacar de cada persona lo mejor que lleva en su interior. La mañana concluyó en la residencia de mayores Félix Rodríguez de la Fuente, donde Mons. Iceta saludó y bendijo, uno a uno, a los residentes.
Por la tarde, después de dialogar con los dos sacerdotes de la parroquia, el arzobispo mantuvo un encuentro cercano con los niños, padres y catequistas, invitándoles a valorar y perseverar en el conocimiento de Jesús y su Evangelio. Luego tuvo lugar la asamblea parroquial, donde, después de escuchar la presentación de la dinámica y actividades de la parroquia, Mons. Iceta invitó a la comunidad a seguir en la labor, a ser altavoces del primer anuncio y a aunar fuerzas dentro de los diversos grupos de la parroquia y con otras parroquias limítrofes.
El domingo, 21 de enero, previo a la misa estacional, el prelado se reunió con los confirmandos que iban a recibir el sacramento de la Confirmación. Durante la eucaristía, tras recordar al anterior párroco, Ángel Alonso de Linaje, fallecido hace unos días, invitó a todos a la escucha atenta y constante de la Palabra para saber dar importancia a lo único que llena el corazón, el Evangelio de Jesús, y acertar a dejar lo que enreda como hicieron Jonás, Pedro, Andrés, Juan, Santiago… y Pablo, el titular de la parroquia.
Tras felicitar y dar la enhorabuena a los confirmandos, Mons. Iceta fue saludando y fotografiándose con las diversas personas que se fueron acercando. Convivencia que se prolongó en la degustación de un sencillo aperitivo con el que se finalizó la visita pastoral.
Al concluir la visita, la comunidad parroquial destacó y agradeció la presencia y cercanía del arzobispo, así como a las personas de la parroquia que han participado para que la visita pastoral fuese sido posible en todos sus momentos.