La catedral de Burgos ha acogido tres días de adoración y de celebración solemne. Este año, la temática del triduo ha girado en torno al LIII Congreso Eucarístico Internacional que se celebrará en Quito, Ecuador, en septiembre de este año 2024 y que tiene por lema Fraternidad para salvar el mundo.
«La fraternidad es la base de la eucaristía, una fraternidad herida por la división y el pecado», ha explicado el deán-presidente del Cabildo Metropolitano de la seo burgalesa, Félix José Castro Lara. Este triduo entronca en la tradición de las cuarenta horas de adoración eucarística reparadora y como preparación inmediata para el inicio del tiempo de Cuaresma, que comenzará el Miércoles de Ceniza.
Hoy, último día del triduo, se ha realizado, de forma excepcional, una procesión por las naves del templo hasta la Escalera Dorada, donde se ha instalado un altar en el que se ha realizado estación a Jesús Sacramentado y se ha impartido la bendición a los numerosos congregados para esta ocasión.
Además, se ha ampliado la atención del confesionario por parte de los canónigos de la Catedral, para facilitar el acceso al sacramento de la penitencia.