Una oración comunitaria por las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada ha sido, este pasado domingo, 18 de mayo, el punto de encuentro entre miembros de parroquias de diversos pueblos del arciprestazgo de Santo Domingo de Guzmán en la Ribera. La villa de Roa ha sido en esta ocasión el lugar elegido para celebrar esta iniciativa, similar a la celebrada en Adviento en el monasterio agustino de La Vid.
Los padres espiritanos, que tienen encomendado el trabajo pastoral en Roa y en los pueblos de su entorno, han sido los anfitriones de este encuentro. Tras la oración comunitaria de agradecimiento y petición por las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada, dos de los miembros de esta comunidad religiosa han ofrecido el testimonio de su propia experiencia vocacional, que tiene un componente misionero esencial. Ha comenzado el párroco de Roa, Ramos Domingo André, tras el que ha relatado su vivencia Louis Aziz William Tesha. «La misión no es lo que yo puedo hacer, sino lo que Dios quiere hacer a través de mí. Y a veces de manera inesperada» ha expresado William, natural de Tanzania y miembro de la comunidad espiritana de Roa. «No hace falta irse lejos. En casa o en el trabajo o en nuestras parroquias… podemos ser misioneros si hacemos la voluntad de Dios».
La jornada, en la que junto a los fieles de las parroquias han participado también algunos sacerdotes y miembros de comunidades religiosas de la Ribera, se ha completado con la visita a la excolegiata de Santa María de Roa, con las explicaciones de una guía del ayuntamiento de la villa y con un café para confraternizar y compartir experiencias de manera informal.