La alcaldesa de la capital y el arzobispo de Burgos han firmado esta mañana un acuerdo que permitirá al barrio de Capiscol contar, por fin, con una plaza largamente demandada por los vecinos. El convenio contempla la cesión gratuita por parte de la Archidiócesis de una parcela de unos 1.600 metros cuadrados situada junto a la parroquia de El Salvador, un terreno que llevaba décadas sin desarrollarse pese a estar reservado en su día para equipamientos parroquiales.
Cristina Ayala ha subrayado que el proyecto es fruto de la colaboración institucional y, sobre todo, de la «generosidad del Arzobispado», que ha mostrado sensibilidad hacia las necesidades del barrio. Ha recordado que los vecinos llevaban décadas reclamando un espacio de encuentro y que, gracias al acuerdo, el Ayuntamiento podrá impulsar la urbanización de una plaza «que dignifique Capiscol y refuerce la vida comunitaria». El Consistorio prevé incluir una partida en los presupuestos municipales y contratar la obra entre finales de ese año y principios de 2027, con el objetivo de inaugurarla antes de que concluya la legislatura.
El convenio incluye varias condiciones. Entre ellas, la reserva de una parte del suelo para una posible ampliación de los salones parroquiales, la obligación municipal de ejecutar las obras en plazos razonables y la garantía de reversión del terreno al Arzobispado en caso de que se intentara destinar a un uso lucrativo o distinto al acordado. «Es lógico porque la Iglesia cede a título gratuito lo que es suyo, pensando en el bien de los vecinos», ha recordado la regidora.
¿Una plaza a León XIV?
Por su parte, mons. Mario Iceta ha recordado que la Archidiócesis ha mantenido en todo momento un diálogo fluido con el Ayuntamiento, en la línea de otras colaboraciones anteriores. «Los bienes de la Iglesia están al servicio del bien común», ha insistido, recordando que en el pasado el Consistorio también cedió suelos para levantar nuevos templos en distintos barrios. «Hoy ocurre al revés: ahora es la Iglesia la que responde a una necesidad vecinal», ha explicado.
El arzobispo ha indicado, además, que, aunque la fórmula jurídica de cesión está sujeta a límites legales y canónicos, se ha encontrado un camino equilibrado que respeta la custodia de los bienes y garantiza que el terreno se destine siempre a uso público. También ha aprovechado la ocasión para proponer un nombre para la futura plaza: León XIV. Según ha explicado, el papa Prevost ha elegido este nombre en recuerdo de su antecesor, León XIII, el Papa que a finales del siglo XIX impulsó la Doctrina Social de la Iglesia con su encíclica Rerum Novarum y que, según indica, «representa la sensibilidad hacia los trabajadores y los desafíos sociales de su tiempo» que quedó reflejada en un barrio obrero como Capiscol. «Proponemos el nombre de León XIV al Ayuntamiento por su preocupación por la cuarta Revolución Industrial, la nueva Doctrina Social de la Iglesia y los desafíos actuales que tiene el mundo»
Tanto la alcaldesa como el arzobispo han señalado que este acuerdo marca un hito para Capiscol, un barrio de tradición obrera y espíritu comunitario. La futura plaza será, según indican, un símbolo de convivencia, fraternidad y encuentro vecinal, fruto de la colaboración entre instituciones en beneficio de los ciudadanos.