Este domingo, 9 de noviembre, la Iglesia en Burgos celebra el Día de la Iglesia Diocesana, que en esta ocasión gira en torno a la santidad, con la campaña Tú también puedes ser santo.
Es una invitación a vivir como lo hicieron los grandes santos de la Iglesia, que deben ser la fuente de inspiración que todos necesitamos en nuestro día a día para vivir una vida de santidad.
Todos ellos llegaron a los altares no porque así lo buscaran, sino porque decidieron actuar conforme al Evangelio, atendiendo las necesidades que la Iglesia tenía y poniendo a su servicio su oración, su tiempo, sus cualidades y sus bienes materiales.
Balance de la actividad de la Iglesia en Burgos en 2024
En el Día de la Iglesia Diocesana, la archidiócesis de Burgos también hace un ejercicio de transparencia y hace balance de su actividad durante el pasado año 2024. Así, en 2024 se registraron 969 bautizos, 1.330 primeras comuniones, 964 confirmaciones y 251 matrimonios.
En cuanto a la actividad asistencia, en 2024, se atendieron, en 111 centros diseminados por toda la provincia, un total de 36.098 personas. 12 personas fueron atendidas en centros para la promoción del trabajo; 9.148 fueron acompañadas en los 57 centros para mitigar la pobreza; 1.063 en los 7 centros de menores y jóvenes y otros centros para la tutela de la infancia; y 142 en centros para la defensa de la vida y la familia. Además, 25 personas migrantes recibieron asistencia por parte de la Iglesia. Asimismo, 961 personas fueron atendidas en casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad y se atendió a 843 personas en centros para la promoción de la mujer y víctimas de la violencia, así como a 114 personas en centros de rehabilitación para drogodependientes.
Además, los 53 voluntarios de Manos Unidas han colaborado en el desarrollo de proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo que han beneficiado a 85.791 personas. La archidiócesis también ha desarrollado proyectos de cooperación al desarrollo con 34.593 personas beneficiadas. En total, las personas beneficiadas por la acción asistencial de la Iglesia en Burgos en 2024, tanto en la provincia como en el extranjero, fue de 150.749.
La educación es una de las actividades donde la Iglesia en Burgos más recursos y personal destina. 19.910 alumnos se formaron en centros dirigidos por eclesiásticos o religiosos en jardín de infancia, enseñanza media y primaria, 23 en toda la provincia. En total, suman 1.710 empleados, entre personal docente (1.502) y de servicio (208).
Por otra parte, Burgos cuenta con 707 voluntarios en Cáritas, 1.290 religiosas y religiosos (de los cuales, 326 son monjes y monjas contemplativos repartidos en 27 monasterios), por mencionar algunos de los numerosos voluntarios y agentes de pastoral que sostienen la vida de las comunidades y llevan a cabo numerosos proyectos evangelizadores.
Además, 746 misioneros y 5 familias anunciaron el evangelio en tierras de misión, mientras que 327 sacerdotes en activo trabajan en las 1.004 parroquias diseminadas por tda la provincia y con los que colaboran de forma directa 668 catequistas y un número incontable de agentes de pastoral.
Balance económico de la Iglesia en Burgos en 2024
El año pasado, la archidiócesis cerró sus cuentas con un ligero déficit de algo más de 3 mil euros (3.321,80 euros), recogido en el balance como «necesidad de financiación». Es importante reseñar que no se trata de una cantidad relevante en un presupuesto de más de 48 millones de euros, y que se ha logrado reducir respecto a 2023, cuando se cerró el ejercicio con casi 15.000 euros de déficit.
La cuenta de gastos ascendió a 48.139.638,92 euros. Su mayor partida (43,17 %) ha sido destinada a pagar los salarios del personal seglar, la mayoría de ellos trabajadores en los cinco colegios diocesanos.
Otra partida importante de los gastos (el 33,98 %) ha sido la destinada a sufragar costes en la conservación de edificios y funcionamiento de los mismos. La archidiócesis invirtió 16.355.666,65 euros en rehabilitación de edificios, mobiliario, maquinaria y consumibles.
El pago de las retribuciones del clero y su Seguridad Social, así como otras prestaciones sociales supuso el 11,03 % del gasto total de la economía diocesana, sumando los 5.311.438,75 euros.
En acciones pastorales y asistenciales la diócesis invirtió el año pasado 2.588.867,61 euros (el 5,38 % del gasto) de forma directa, pues la atención en Cáritas o las actividades pastorales más comunes se realizan directamente en las parroquias y formando parte de la actividad ordinaria.
Las últimas inversiones de la archidiócesis son las que tienen que ver con la construcción de templos, programas de rehabilitación y gastos extraordinarios. En ello, invirtió 2.438.818,86 euros (el 5,07 %), mientras que gastó 659.863,64 euros (1,37 %) en aportaciones a centros de formación, como el Seminario, los colegios diocesanos y el Colegio Español en Roma.
El capítulo de ingresos ascendió a 48.139.638,92 euros. Sin obviar los ingresos procedentes de los conciertos de formación e ingresos por servicios como capellanías o entradas a museos (66,16 % de los ingresos), la segunda fuente de financiación de la archidiócesis depende directamente de las aportaciones voluntarias de los fieles, el 13,08 %. El año pasado, entre colectas, suscripciones, herencias y legados, las arcas de la archidiócesis recibieron un total de 6.294.687,67 euros.
El 14,44 % de los ingresos (6.949.832,56 euros) procede a su vez de lo recibido a través de la Asignación Tributaria y proveniente del Fondo Común Interdiocesano, el organismo de la Conferencia Episcopal que distribuye el dinero recibido a través del IRPF de la casilla a favor de la Iglesia en su declaración en función de las necesidades de las diócesis españolas.
El 6,03 % de los ingresos (2.906.073,47 euros) proceden de los alquileres de inmuebles y financieros, mientras el que 0,28 % restante (132.285,67 euros) procede de enajenaciones de patrimonio e indemnizaciones y plusvalías.
Agradecimiento a la generosidad de los burgaleses
Todo este ejercicio de transparencia no sería posible sin la colaboración de todos los que permiten sacar esta labor adelante, ofreciendo su oración, su tiempo, sus cualidades y su aportación económica. Sin su ayuda no sería posible.
Labor como la de José Miguel Martínez de Lecea, un voluntario de la Pastoral Penitenciaria que ha narrado su testimonio, explicando en qué consiste este voluntariado y por qué la Iglesia tiene presencia en la cárcel.
Martínez de Lecea se incorporó a la Pastoral Penitenciaria hace 12 años, tras jubilarse de su empleo en la banca. Reconoce que la cárcel le enganchó desde el primer día y ahora va cuatro veces a la semana. La mayor parte del tiempo, su voluntariado consiste en escuchar a los internos y acompañarlos en el piso que la archidiócesis puso hace años a disposición de los internos para que puedan aprovechar los permisos que se les conceden. Además, José Miguel ha realizado el Camino de Santiago con los internos en nueve ocasiones —la última, el pasado mes de septiembre—, en la que es una de las iniciativas más llamativas de la Pastoral Penitenciaria.






