En las últimas semanas, los sacerdotes de la archidiócesis han elegido en sus respectivos territorios los candidatos a formar parte del colegio de arciprestes. Las candidaturas presentas han sido aprobadas por el arzobispo de Burgos, don Mario Iceta, quien esta mañana ha hecho entrega de su nombramiento a los once designados. Lo ha hecho antes de comenzar su primera sesión de trabajo, que se ha desarrollado en el Seminario de San José, en la que han organizado el método de actuación para el nuevo curso, concretando la animación de algunas acciones diocesanas para los próximos meses, así como la formación permanente que organiza para los sacerdotes la vicaría para el Clero.
De esta manera, Rafael Casado (arciprestazgo de Amaya), Ramón Delgado (del Arlanza), Julián Palencia (Burgos-Gamonal), Jesús María Álvarez (Burgos-Vega), Gabriel Moreno (Burgos-Vena), Alfredo Delgado (La Sierra), Lorenzo Carrillo (Merindades), Ricardo Garcia (Miranda de Ebro), Angel Santamaría (Oca-Tirón), Eduardo Cámara (San Juan de Ortega) y Francisco Javier Valdivieso (Santo Domingo de Guzmán) conformarán el nuevo colegio de arciprestes durante los próximos tres años.
El Código de Derecho Canónico señala las funciones de los arciprestes, que deberán coordinar, en sus respectivos territorios o arciprestazgos, la actividad pastoral común en sus respectivas zonas. Igualmente, cuidarán que los sacerdotes vivan conforme a su estado y cumplan diligentemente sus deberes y velarán por el correcto decoro de las iglesias y lugares de culto y los libros y documentaciones parroquiales. La normativa eclesial, también les encomienda cuidar que los sacerdotes de su arciprestazgo cuiden su formación teológica y espiritual, atiendan a los enfermos y visiten sus parroquias, si así lo determina el obispo.
Según señalan desde la vicaría Territorial –que coordina, entre otras cosas, los trabajos de este equipo sacerdotal–, los arciprestes de Burgos también deberán estudiar y concretar lo que el Plan Diocesano de Pastoral pide a este organismo. Además, compartirán programaciones, experiencias e iniciativas que se están llevando a cabo en cada territorio, y detectarán y presentarán realidades que deben ser atendidas o decididas a nivel diocesano.
Además de su reunión de trabajo, mantendrán un encuentro con los delegados diocesanos y responsables de distintos departamentos pastorales, en la que dialogarán sobre cómo mejorar la relación y el servicio de los organismos diocesanos con cada una de las comunidades.