El Centro Diocesano de la Escucha ha completado sus cursos específicos del año con la celebración de una jornada dedicada a las relaciones de pareja. La iniciativa ha contado con la colaboración de la delegación de Familia y Vida y responde a la detección de un numero relevante de personas que acuden a este recurso con dificultades en su matrimonio o noviazgo. Impartido por el psicólogo burgalés Alfonso Salgado, catedrático de la Universidad Pontificia de Salamanca, el objetivo se centró en comprender los mecanismos, factores y situaciones que influyen en las relaciones de pareja y qué herramientas se pueden emplear para facilitar su mejora o sanación.
Comprender que el amor no es la causa sino la consecuencia de los vínculos entre una pareja, que el enamoramiento es una primera etapa necesaria pero insuficiente, que además del sentimiento y la atracción son imprescindibles factores como la intimidad y el compromiso fueron el punto de partida para adentrarse después en algunos factores fundamentales en la interacción entre las dos personas de la pareja, en la que influyen las biografías de ambos, sus formas de percibir, pensar, sentir y actuar, sus historias personales previas y todo un contexto de condicionantes tanto personales como sociales. Un entramado delicado de factores que tiene consecuencias y en este caso no sólo para las dos personas sino para la propia relación. Y partiendo de que, a priori, ningún factor condicionante está por encima del resto, la importancia está en las interacciones entre todos ellos, lo que permite múltiples formas de actuar a quienes quieren mejorar su relación de pareja. En este contexto, el papel de las personas consejeras o escuchas es facilitar esas herramientas.
En el curso se ofrecieron distintas estrategias facilitadoras de avances como la forma de hacer preguntas que inducen a pensar, el uso de «mensajes yo» (desde la persona que habla en lugar de cargar las tintas en la que escucha), la detección de creencias irracionales sobre la pareja que condicionan decisiones y tienen consecuencias, o formas de detener escaladas del conflicto o del daño, así como la «externalización» del problema para propiciar que la pareja perciba que pueden combatirlo como equipo.
El curso ha contado con más de cuarenta asistentes, muchos de los cuales forman parte del voluntariado del centro de Escucha y de otros servicios de atención a personas en diversas situaciones vulnerables.