[Con bendición papal. Así ha comenzado la Pascua, después de una Semana Santa pasada por agua. El arzobispo, mons. Mario Iceta, ha presidido la solemne misa estacional en la catedral, invitando a todos los burgaleses a «encontrar al Señor resucitado, que nos hace vencer tantos miedos que nos quitan la paz y nos hace plenamente humanos, plenamente divinos».
Tras haber presidido en la catedral los principales actos litúrgicos del triduo pascual, como la Cena del Señor, la celebración de Pasión y la solemne Vigilia Pascual, el arzobispo ha señalado en el Domingo de los domingos que «el Señor nos libera del temor a la muerte que atenaza nuestra vidas». El pastor de la Iglesia en Burgos ha asegurado que, con su resurrección, el Señor «nos libera de nuestras cadenas y esclavitudes que nos quitan el sueño y la paz» y que ha condensado en la esclavitud a de la imagen, el dinero y el poder. «Cada uno sabe lo que le ata y no le deja volar». «Cuando no sabemos por dónde tirar en nuestra vida, cuando nuestras seguridades se hunden, cuando aparecen dramas inesperadas y no sabemos cómo caminar, él es nuestra luz», ha explicado en su homilía.
Sin procesión del Anuncio Pascual
Concluye de esta forma una Semana Santa atípica, en la que la borrasca ‘Nelson’ ha obligado a cancelar, cambiar de ubicación o disolver varios de los eventos programados por agua e, incluso, nieve. Y en el domingo de Pascua, la tónica ha sido la misma. A primera hora de la mañana, las cofradías de Nuestra Señora de la Alegría y de Cristo Resucitado acordaban suspender la procesión del Anuncio Pascual, que desde el año pasado se realiza en la plaza de Santa María. A pesar del traspié, ambas cofradías –y dado su carácter de «alegría», como explicaban a sus cofrades a través de las redes sociales– decidían realizar algunos actos en sus respectivas sedes.
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