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El ángel que este año revivirá en Aranda la ceremonia de anunciar a la Virgen la resurrección de su Hijo en la mañana de Pascua lleva toda su vida esperando este momento. O más bien son sus padres quienes lo esperan, los mismos que, recién nacida la niña, la inscribieron en la Cofradía de las Candelas de Aranda, hermandad encargada de organizar cada año la Bajada del Ángel. Y en el mismo momento de su inscripción, solicitaron que la niña entrara en la lista de espera para ser el ángel de la ceremonia más querida de la Semana Santa arandina.

El momento ha llegado este año 2024, después de que el año pasado ya estuviera preparada como suplente de su amiga Valentina. Mañana domingo, si no hay imprevistos (cada día comienza mirando al cielo) Ruth Arnáiz, con sus seis luminosos años de inocencia e ilusión, descenderá entre confetti y acompañada de palomas, desde el cielo arandino hasta la imagen de la Virgen enlutada, para anunciarle que su Hijo ha vuelto a la vida y quitarle el velo negro que porta sobre la cabeza para que lo vea con sus propios ojos.

Una ceremonia que Ruth ya ha ensayado varias veces en un polideportivo de la localidad, donde se ha acostumbrado al juego de poleas que la subirán y bajarán en el aire sobre la Santa Madre para que haga sus tres reverencias tras soltar las palomas que llevará en la mano, quitarse la corona y sin dejar de agitar brazos y piernas. Para todo ello ha tenido buena maestra, porque tiene una predecesora en la familia: su hermana Irene, que fue protagonista de la Bajada del ángel en 2019, el año previo a la pandemia.

Pero referencias no le faltan a Ruth en la historia familiar: es hija, nieta y bisnieta de cofrades, incluyendo un fundador, su bisabuelo, de la Hermandad de la Oración de Jesús en el Huerto, y sobrina de dos de los fundadores de la cofradía más reciente, la Hermandad de Jesús Resucitado. Y ella misma es ya toda una experta en procesionar, porque, como su hermana, lleva haciéndolo desde que aprendió a dar los primeros pasos.

Lo que espera con más ilusión esta arandina de seis años, que ha comenzado la catequesis del Despertar en la parroquia de Santa María, es poder volar. Con las alitas que ya le han crecido y que espera desplegar para anunciar la mejor de las noticias este domingo: la Resurrección del Señor.