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La parroquia de Santa Casilda en Miranda de Ebro ha acogido el encuentro arciprestal de catequesis con una doble jornada, la primera de formación y la segunda de oración. Ambos momentos han girado en torno al acompañamiento, eje central para este curso dentro del Plan Pastoral Diocesano.

 

El primer día, se ha realizado una sesión formativa a cargo del sacerdote riojano José Antonio Barrios, rector del seminario de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño. Él ha subrayado la importancia del acompañamiento en la misión del catequista como una de las maneras más eficaces de ayudar al encuentro con Jesús, objetivo fundamental para los catequistas. No se trata de ser psicólogos, sino a ayudarles a descubrir a Jesús en sus vidas. También ha animado a realizar este seguimiento de forma personalizada, dedicando un tiempo al finalizar la catequesis cada día con uno de los chicos, informando a los padres de la función que se realiza. Barrios ha aludido a la esperanza, que este año acompaña en el Jubileo, para desarrollar esta tarea, y también a cuidar la oración dentro de la catequesis.

 

El segundo día, el encargado de animar la sesión, en este caso como oración, fue el sacerdote Stefano Malerba, que actualmente ejerce su ministerio en la unidad pastoral de Briviesca. A través de diferentes textos de la Sagrada Escritura, Malerba ha ido ofreciendo una serie de pistas a los asistentes sobre cuáles deben ser las actitudes fundamentales que tienen que tener los catequistas para acompañar a los niños y niñas de la catequesis. Actitudes como la acogida, la humildad o la empatía son fundamentales para realizar esta labor, desde una vida de fe coherente con lo que se dice con la palabra. También ha resaltado la importancia de la oración y ha destacado como ejemplo de acompañamiento a María, la madre del Señor, que estuvo presente en los principales acontecimientos de la vida de Jesús, pero desde un segundo plano.