El deán de la Catedral de Burgos, Félix Castro, y la responsable de Cultura e Innovación Educativa de la Fundación Caja de Burgos, Beatriz Rodríguez Unamuno, han presentado esta mañana un nuevo proyecto didáctico que se enmarca en las actividades del quinto centenario de la muerte de Juan Rodríguez de Fonseca, figura clave del Renacimiento español y vinculado al descubrimiento de América, aunque desconocido por la gran mayoría de los burgaleses. «Fonseca fue un hombre polifacético: obispo, mecenas de las artes y protagonista de la política de su tiempo. Tuvo relación directa con los Reyes Católicos y con Cristóbal Colón”, ha resaltado Castro, quien ha destacado el vínculo del prelado con espacios emblemáticos del templo como la Escalera Dorada o la puerta de Pellejería.
El taller, que se desarrolla desde finales de septiembre a los pies de la Escalera Dorada, está dirigido a alumnos de 3º de primaria hasta secundaria y cuenta con la participación de más de 500 estudiantes. Según ha explicado Rodríguez Unamuno, se trata de una experiencia «inmersiva y multidisciplinar» que combina proyecciones audiovisuales, historia, arte, navegación y ciencias. A través de mapas de época, cartas de navegación y reproducciones de naos, los escolares reconstruyen los viajes atlánticos y descubren el papel que jugó el obispo en la organización del tercer viaje de Colón desde la Casa del Cordón, edificio emblemático para la fundación Caja de Burgos. «Aunque no lo sepan, los niños no dejan de ser unos buenos aventureros, son exploradores y unos intrépidos de de nuestra generación; lo hacen de otra forma y con medios más tecnológicos, pero es un poco lo que queremos conectar: cómo los medios que se utilizaban entonces son muy diferentes a nivel tecnológico, pero tienen cierta conexión» en la exploración de nuevos mundos.
El proyecto ha sido diseñado por el departamento de Historia de América de la Universidad de Burgos, bajo la coordinación de la profesora Adelaida Sagarra, y cuenta con dos mediadores culturales formados en la propia institución académica. Además de la visita, los alumnos reciben un cuaderno de bitácora para continuar el trabajo en el aula y participan en un concurso de cartas de navegación. «Queremos que esta actividad no sea algo anecdótico, sino una experiencia educativa completa que conecte pasado y presente», como ha insistido Rodríguez Unamuno. Una forma de descubrir el templo gótico más allá de sus elementos materiales a través de las figuras que le han dado vida a lo largo de los siglos.