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Como cada 20 de enero, la Policía Local de Burgos ha honrado a su patrono, san Sebastián, mártir, con una serie de celebraciones. Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, ha presidido la misa en la parroquia de San Lesmes, abad, a la que han acudido multitud de autoridades civiles y militares, entre las que se encontraba la plana mayor de la Policía Local, encabezada por su intendente jefe, Félix Ángel García Llorente.

 

El arzobispo ha comenzado recordando la vida de San Sebastián, destacando su origen en una familia militar y su servicio como capitán de la Guardia Pretoriana en el Imperio Romano. Ha subrayado su valentía al proclamar su fe cristiana en un contexto hostil, donde se negó a rendir culto al emperador, afirmando ‘solo doy culto a Dios’. A pesar de ser condenado a morir asaeteado, el santo sobrevivió y continuó defendiendo la libertad religiosa hasta su martirio definitivo, siendo un testimonio de firmeza y amor a Cristo.

 

El prelado ha invitado a los fieles a visitar la tumba de San Sebastián en la Vía Apia de Roma, destacando cómo su vida inspira a «no dejarnos llevar por el qué dirán» y a vivir con originalidad y fidelidad. Citando al papa Francisco, Mons. Iceta ha afirmado: «Todos nacemos originales, pero lamentablemente muchos mueren fotocopias».

 

En relación con la lectura de la Carta a los Hebreos que se ha proclamado durante la celebración, el arzobispo ha reflexionado sobre el papel de Jesús como sumo sacerdote que comprende nuestras debilidades. Ha hecho un paralelismo con la labor de la Policía Local, reconociendo los sacrificios y riesgos que asumen en su trabajo diario, así como el impacto que esto tiene en sus familias. «Cristo padeció persecución, soledad y sufrimiento, por eso puede comprender vuestros momentos de incertidumbre y dificultad», ha señalado. Asimismo, ha agradecido profundamente la entrega y profesionalidad de los agentes, subrayando que su servicio «genera vida y esperanza en nuestra sociedad».

 

El Evangelio también ha servido de base para destacar dos enseñanzas fundamentales: la primacía del amor sobre la ley y la necesidad de una constante renovación interior. «Las leyes no son un fin en sí mismas, sino un medio para amar a Dios y a los demás», ha afirmado el arzobispo, exhortando a los presentes a vivir con integridad y autenticidad. Ha recordado que «el cristiano hace nuevas todas las cosas» y que la entrega generosa a los demás es fuente de verdadera plenitud.

 

La homilía ha concluido con un emotivo agradecimiento a los agentes de la Policía Local y a sus familias por su vocación de servicio al bien común. Mons. Iceta también ha pedido por el descanso eterno de los compañeros fallecidos en acto de servicio, confiándolos a la intercesión de San Sebastián. Además, el arzobispo ha animado a los presentes a seguir el ejemplo del santo patrono y a confiar siempre en la protección de María, madre de todos los creyentes.

 

Antes de concluir la misa, el arzobispo ha recordado que este 2025 estamos celebrando el año jubilar Peregrinos de Esperanza, y ha invitado a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como a los de las Fuerzas Armadas, a participar en el Jubileo de las Fuerzas Armadas, Policía y Cuerpos de Seguridad que tendrá lugar en Roma los días 8 y 9 de febrero.

 

Tras la celebración eucarística, el acto civil ha tenido lugar en el Fórum Evolución. Previamente, el paseo de la Sierra de Atapuerca ha albergado el homenaje a la bandera y a los caídos. La alcaldesa, Cristina Ayala Santamaría, y el intendente jefe de la Policía Local han pasado revista a las unidades del Cuerpo. Seguidamente, se ha izado la enseña nacional mientras sonaban los acordes del Himno Nacional y, tras ello, dos agentes del Cuerpo, con su uniforme de gala, han depositado una corona de flores en homenaje a los agentes fallecidos, por los que el arzobispo ha rezado un responso.