Como es tradición en la tarde del Jueves Santo en Burgos desde hace ya 78 años, la Ilustre Archicofradía del Santísimo Sacramento y de Jesús con la Cruz a Cuestas y la Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores se han encontrado en una de las procesiones más pintorescas de la Semana Santa burgalesa, y también una de la que más devotos congrega en las calles de la ciudad.
Lo han hecho portando, respectivamente, el paso de Jesús con la Cruz a Cuestas y el de Nuestra Señora de los Dolores, materializando en la plaza del Rey San Fernando el Encuentro entre la Virgen y su Hijo camino del Calvario bajo la atenta mirada del arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, y de miles de personas congregadas en los alrededores de la Catedral.
Las escenas de emoción incontenible se han repetido a lo largo y ancho de la enorme plaza, demostrando que esta procesión del Encuentro es una de las más queridas y disfrutadas por los burgaleses y por los miles de turistas que visitan la ciudad en estos días de la Semana Santa. Más aún después de que el año pasado, esta procesión no se pudiera realizar a causa de la lluvia.
Una arpista ha musicalizado una de las escenas más espectaculares de la Semana Santa burgalesa, cuando las imágenes se han cruzado y los priores de las dos cofradías, Jaime Prado y Luis Manuel Isasi, han intercambiado unas flores de los pasos. Miembros de ambas cofradías han leído también una breve meditación, antes de que el abad de la Semana Santa, Agustín Burgos Asurmendi, diera por concluido el Encuentro.
Entonces, Ntra. Sra. de los Dolores ha retornado a su casa, en la parroquia de San Gil abad, pero Jesús con la Cruz a Cuestas ha entrado a la Catedral, donde ha realizado estación de penitencia ante Jesús Sacramentado, en el Monumento Eucarístico situado en la capilla de Santa Tecla de la Seo, y han procesionado por las naves, dando la vuelta al templo por la girola, antes de volver a la iglesia parroquial de San Cosme y San Damián, en la otra orilla del Arlanzón.