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Este pasado fin de semana, Roma ha acogido el Jubileo de los Equipos Sinodales y de los órganos de participación. Hasta la Ciudad Eterna han acudido miles de personas llegadas de los cinco continentes y que han participado en el Sínodo de la Sinodalidad. Entre ellas se encontraban dos representantes del Equipo Sinodal de la archidiócesis de Burgos, Lucía Ferreras Galerón y la Hna. María Isabel Bartolomé RA.

 

Durante tres días, las representantes de la archidiócesis de Burgos en este Jubileo han tenido la oportunidad de participar en tres sesiones celebradas en el aula Pablo VI, en las que se han abordado cuestiones relativas al proceso sinodal, a través de las intervenciones de diferentes ponentes. El viernes por la tarde, tras la introducción y presentación, la sesión estuvo moderada por la Hna. Natalie Becquart XMCJ, subsecretaria del Sínodo. y contó, además, con la presencia del papa León XIV, que mantuvo una conversación improvisada con los participantes en este Jubileo, respondiendo a siete preguntas de delegados de todos los continentes. Elogió la vocación misionera de la Iglesia, que debe «escuchar el clamor de la tierra» y trabajar para garantizar que se respeten los carismas de todos. Pero también debe ser un «puente entre culturas y religiones» y construir la paz y la comunión.

 

Ya el sábado por la mañana, los participantes tuvieron ocasión de cruzar la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, en una peregrinación presidida por Mons. Luis Marín de San Martín OSA, subsecretario del Sínodo. Tras ello, se produjo un momento de intercambio de dones entre las Iglesias y, después, talleres y seminarios. En la sesión final, celebrada en la tarde del sábado, Paola Arriaza y Enrico Selleri ofrecieron un momento para compartir experiencias y buenas prácticas en la implementación de la sinodalidad en todo el mundo. Se vivió un intenso intercambio sobre la puesta en práctica de la sinodalidad en las Iglesias locales, en el que más de quince testimonios procedentes de todos los rincones del mundo mostraron la viabilidad de proyectos inspirados en un estilo de participación, colegialidad, cooperación e integración de actitudes y carismas.

 

Por la noche, los participantes disfrutaron de una vigilia de oración mariana presidida por el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, desde la plaza de San Pedro. Aunque el plato fuerte de la peregrinación fue la celebración eucarística del domingo, presidida por el papa León XIV desde el altar mayor de la basílica de San Pedro. Este Jubileo ha sido una cita importante para reconocer el valor de estos organismos y de las personas que prestan su servicio en ellos, inscribiendo así el compromiso por la construcción de una Iglesia cada vez más sinodal en el horizonte de la esperanza que no defrauda que celebramos en este año.