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Durante la semana del 11 al 16 de septiembre tuvo lugar la primera tanda de ejercicios espirituales para sacerdotes que organiza la vicaría para el Clero de la archidiócesis. Lo hicieron a ritmo de la liturgia cisterciense, junto con los padres y hermanos del monasterio de San Pedro de Cardeña, acompañados de las meditaciones del sacerdote salesiano Juan José Bartolomé. Sus reflexiones ayudaron a los presbíteros a «seguir entregando la vida al Señor con todas sus consecuencias y apasionarse de corazón por el Reino de Dios», según indican desde la vicaría para el Clero.

El salesiano inisitió con total rotundidad, siguiendo los textos evangélicos, que Jesús «pidió a cuantos le seguían que lo amaran a él más que a padres e hijos», invitando a los sacerdotes a «vivir nuestra entrega con pasión por Cristo, enamorados de Dios y del Reino que está ya en medio de nosotros». «Es fácil ser fiel físicamente a Jesús, lo difícil es ser fiel en los afectos. A nivel de afecto, no puede haber nada que se anteponga a él», trasladó en alguna de sus numerosas meditaciones.

Para algunos de los sacerdotes participantes, esta tanda de ejercicios les ha ayudado a «tomar nuevamente en cuenta la necesidad de ser evangelizados o reevangelizados para poder transformar o ayudar a cambiar a los que nos han sido encomendados. Esta ha sido una gran luz que me ofreció esta tanda, valiosas experiencias ministeriales». Otro subraya que «los ejercicios me han ayudado a renovar la alegría de seguir a Jesús, a ponerle a él como la pieza central del puzzle de mi vida y a seguir evangelizando con mi testimonio anunciando con humildad y valentía el Reino Dios».

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