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El arzobispo emérito de Burgos, Mons. Francisco Gil Hellín, ha culminado su obra Concilio Vaticano II Sinopsis, un conjunto de 16 volúmenes, publicados por la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma, que recopila la historia de la redacción de los documentos derivados de este concilio, desde sus primeros esquemas hasta el texto final.

Los documentos del Concilio Vaticano II son, concretamente, cuatro constituciones (Dei VerbumLumen GentiumSacrosanctum Concilium y Gaudium et spes); nueve decretos (Ad gentesPresbyterorum ordinisApostolicam actuositatemOptatam totiusPerfectae caritatisChristus DominusUnitatis redintegratioOrientalium ecclesiarum; e Inter mirifica); y tres declaraciones (Gravissimum educationisNostra aetate y Dignitatis humanae).

A cada uno de estos 16 documentos corresponden los volúmenes de la sinopsis, en cuyas páginas puede verse la evolución de sus diferentes títulos y párrafos: cómo desaparecían, se modificaban o se iban ampliando hasta configurar los textos definitivos, que son Magisterio de la Iglesia. Un trabajo que Mons. Gil Hellín ha ido desarrollando a lo largo de más de 40 años y que ha culminado ya como arzobispo emérito residiendo en Murcia, según ha anunciado la diócesis de Cartagena.

«Mons. Francisco Gil ha aportado a la investigación universal sobre el Concilio Vaticano II una herramienta imprescindible», afirma Juan Carlos García Domene, director de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) y director del Instituto Teológico San Fulgencio, donde se formó el arzobispo emérito. «El que deba realizar una tesis doctoral o una investigación sobre el tema tiene que acudir a las actas del Concilio, pero también a la sinopsis de Mons. Francisco Gil». Destaca, además, la monumentalidad de la obra: «Solamente el volumen dedicado a la Lumen Gentium tiene 2.186 páginas; no tiene parangón».

 

Una obra en latín para investigadores

Aunque se trata de unos volúmenes políglotas, con prefacios y otros textos en español, italiano, inglés y francés, su lengua predominante es el latín. En ella están escritos los textos originales del Concilio Vaticano II y en ella desarrolla Mons. Gil sus anotaciones y cronologías.

Especial valor tienen, para Juan Carlos García Domene, los índices de estos libros. En ellos se puede consultar qué padres conciliares intervinieron en cada documento y cuáles fueron sus aportaciones; referencias a las actas del concilio; citas de la Sagrada Escritura; y también autores eclesiásticos citados, entre otros. Una herramienta muy útil para investigadores: «Esto es un trabajo para doctorandos y para estudiosos del futuro, disponible en bibliotecas de grandes centros». Los de la biblioteca del Instituto Teológico San Fulgencio, concretamente, fueron donados por el propio Mons. Gil.

 

Arzobispo de Burgos entre 2002 y 2015

Mons. Francisco Gil Hellín (1940), nacido en la pedanía murciana de La Ñora, se formó en el Seminario Mayor San Fulgencio de Murcia y, en 1966, marchó a Italia para obtener la licenciatura de Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y después la de Teología Moral en la Academia Pontificia Alfonsiana de Roma. De regreso a España, se doctoró en Teología por la Universidad de Navarra.

Se ordenó sacerdote en 1964 y ejerció como canónigo penitenciario en Albacete y en Valencia, antes de ser nombrado, en 1985, subsecretario del Pontificio Consejo para la Familia de la Santa Sede. En 1996, fue nombrado por el papa san Juan Pablo II secretario del mismo Pontificio Consejo. En 2002, fue elegido arzobispo de la archidiócesis de Burgos y pasó a formar parte del Comité de Presidencia del Pontificio Consejo para la Familia. En 2015, el papa Francisco aceptó su renuncia como arzobispo y, en 2018, fue nombrado administrador apostólico de Ciudad Rodrigo.

Es miembro de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida desde 2020, y también desempeñó otros cargos en la Conferencia Episcopal Española, como el de miembro de la Comisión Episcopal del Clero.