La iglesia conventual de las MM. Trinitarias, sita en la plaza de Santa Teresa, 5, ha acogido la celebración de la profesión solemne de sor Juana Francisca Rasoanirina durante la misa de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. Precisamente, tal día como ese, pero hace cinco años, esta hermana hizo sus primeros votos de pobreza, castidad y obediencia, para gloria de la Trinidad y redención de los cautivos en este cenobio burgalés, «dedicada –como dice la fórmula de la profesión– solamente a Dios en soledad y silencio, en oración asidua y generosa penitencia, según las Constituciones de la monjas de la Orden de la Santísima Trinidad».
La hermana, que proviene de una familia muy religiosa de Madagascar con varios hijos y sobrinos consagrados a Dios, ha emitido la profesión perpetua ante la madre priora Mercedes Tajadura y ante el ministro general de la Orden, el italiano P. Luigi Buccarello, que ha presidido la celebración; acompañado por varios religiosos de la Orden Trinitaria, el delegado episcopal para la Vida Consagrada, P. Amadeo Alonso SDB; el capellán, Juan María González Oña; y algunos sacerdotes amigos de la comunidad. También se han hecho presentes hermanas de otras comunidades, familiares de la hermana y numerosos amigos de la comunidad.
La religiosa entra a formar parte de una comunidad con más de 800 años de historia en la ciudad de Burgos. Las primeras hermanas trinitarias en Burgos surgieron a raíz de la fundación del primer monasterio de los Padres Trinitarios en 1207, aunque el monasterio actual es de 1917.