La periodista burgalesa Pilar García de la Granja ha reivindicado el ejemplo que las mujeres de hoy en día encuentran en la Virgen María: «Ella se hizo la más perfecta madre. Las madres terrenales no somos perfectas, pero tenemos un ejemplo que se nos presenta de muchas maneras», ha asegurado antes de enumerar las diferentes advocaciones marianas a las que se ha referido. Ha sido durante el pregón de la Semana Santa burgalesa que este año ha tenido el honor de pronunciar en la catedral de Burgos, llena de fieles con ganas de escuchar la prosa de esta «plumilla», como se ha autodefinido.
García de la Granja ha estado arropada por familiares y amigos, entre los que se encontraban, entre otros, el presidente del Atlético de Madrid y productor cinematográfico, Enrique Cerezo, y ha pronunciado su pregón ante la atenta mirada de autoridades religiosas, como el arzobispo de Burgos, monseñor Mario Iceta, el deán-presidente del Cabildo Metropolitano de Burgos, Félix José Castro o el abad de la Semana Santa, Agustín Burgos, y autoridades políticas como el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, el delegado territorial de la Junta en Burgos, Roberto Saiz o el vicealcalde de Burgos, Fernando Martínez-Acitores.
Tras agradecer la presentación que de ella ha hecho el abad de la Semana Santa, la pregonera ha destacado en sus palabras el ejemplo que la Virgen supone para las mujeres. «Todas las mujeres tenemos en la vida algún momento en el que la Virgen es un ejemplo», ha señalado, para asegurar que, en muchas ocasiones, «los problemas, las enfermedades, las desilusiones… nos pueden hacer dejar de creer en la vida». Y, en ese momento, es cuando más presente tenemos que tener a la Virgen: «Ella entendió que, después de la muerte de su Hijo, tenía una misión en vida, lejos de la autocompasión y el estigma. Eso es lo que te da fuerza para levantarte al día siguiente», ha explicado.
La periodista también ha reivindicado su profesión, a la que siempre se quiso dedicar, y ha expresado la dificultad que vive actualmente su profesión: «Vivimos tiempos en los que todo parece relativo: la realidad fluida, las creencias transitorias, el desprecio a la verdad… Los valores, o contravalores, quieren acabar con la familia, con el trabajo responsable… Nuestra obligación es nadar contracorriente», ha dicho. «El periodista es rebelde por naturaleza. Su trabajo es buscar la verdad, encontrarla y contarla. Y, para hacerlo, hay un requisito previo: la verdad existe, aunque sea con matices. Es nuestra obligación buscarla», ha asegurado Pilar García de la Granja.
También ha lamentado que, en la actualidad, «vivimos en tiempos de desprecio por la verdad, donde todo es relativo. La información está guiada para para acabar con los valores. No hay nada ni nadie en quién confiar», ha asegurado. «El progreso no puede basarse en solapar realidades para acabar con una de ellas. Frente a estas tentaciones, solo cabe la honradez intelectual. Tenemos que ser conscientes de nuestra influencia. La generalización, la deshumanización… son formas de faltar a la verdad», ha explicado, para recordar también el abuso de los adjetivos que se emplean en el periodismo de hoy en día: «conservador, ultra…». En ese sentido, la periodista ha señalado que la Semana Santa ofrece a todos los que integran el denominado ‘cuarto poder’ el momento para «reflexionar sobre cómo hacemos las cosas».
García de la Granja también ha rememorado su infancia, esa en la que la procesión de la Borriquilla era la que más le gustaba: «De niño lo ves como una exaltación de color y de alegría. Es de adulto cuando te das cuenta de que es el inicio del Calvario. Un Calvario que llega y es inexorable». Pero, una vez que nos damos cuenta de que «somos ceniza» y de que «la vida es un calvario», la Semana Santa «nos recuerda que tenemos que hacer tres cosas: reconocer nuestros pecados, pedir perdón y buscar la verdad». Y es que, tal y como ha señalado la pregonera, «en la vida aprendemos que hay muchos calvarios, pero olvidamos que nuestro futuro es resucitar».
«La conversión que nos pide la Cuaresma es un examen de cómo es nuestra vida. Si somos sinceros, nos daremos cuenta de que, muchas veces, nuestra vida deja mucho que desear. Pero la Cuaresma es un tiempo de misericordia. También nosotros necesitamos un poquito de desierto, un silencio en el que poder escuchar la voz de Dios y lo que nos está pidiendo. El desierto también es el lugar de la tentación. No tenemos que tener miedo a la tentación, ni a la caída, si no a no levantarnos cuando caemos», ha concluido Pilar García de la Granja.
Tras el pregón, ha llegado el momento del concierto a cargo del coro Ars Cantus de la Universidad de Burgos (UBU), la orquesta sinfónica de la UBU y el coro de cámara Vadillos, que han interpretado la Missa pro Pace y el Réquiem compuestos por el profesor de la UBU Javier Centeno.
Una noche que ha concluido con cientos de cofrades en la calle, en la procesión del ‘Sábado de Lázaro’, la primera de esta Semana Santa 2024. Se trata de un antiguo desfile procesional, en el entorno de la iglesia parroquial de Santa Águeda que se había perdido y que este año, la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de Santiago, con el apoyo de la Junta de Semana Santa, ha recuperado para la Semana Santa burgalesa.