El colegio Saldaña está de cumpleaños. Hace 350 años que este proyecto educativo echó a andar, impulsado por dos sacerdotes del cabildo metropolitano. Hoy, las instalaciones del colegio, ubicado a pocos pasos de la catedral, han acogido una fiesta de celebración, donde no han faltado representantes políticos, académicos y eclesiásticos. El arzobispo de Burgos, don Mario Iceta, ha presidido el acto, felicitándose por el proyecto educativo que se desarrolla en este colegio de titularidad diocesana: «Son 350 años de agradecimiento a tantas personas que se han involucrado a atender a personas pobres, huérfanos, a niños que no tenían recursos». Un colegio que no ha perdido su seña de identidad y «continúa hoy con su labor social», siendo «un colegio de integración social y puertas abiertas a todos los que quieran una educación basada en el humanismo cristiano», ha explicado.
Además de una visita guiada por las instalaciones del centro educativo, los participantes al acto se han desplazado después al Centro de Arte Caja de Burgos, donde se ha desarrollado un acto institucional. Allí, y gracias a una conferencia a cargo de Ángel Gonzalo Gozalo, se ha hecho un recorrido por la historia del colegio, repasando algunos de sus hitos y sentando las bases para el futuro. «Tenemos el compromiso continuo por una educación de calidad arraigada en los valores que han definido a este colegio a lo largo de los años y sobre todo de continuar con el legado de servir a la comunidad con dedicación y pasión por la educación», ha explicado el actual director, Bruno Castillo.
En 1674, Francisco de Villegas y Francisco de Saldaña fundaron en las faldas del castillo de Burgos el colegio seminario Nuestra Señora de la Misericordia. Aquel hogar fue una casa donde se cuidaban sus necesidades básicas de niñas huérfanas mientras se atendía su educación. Con el paso del tiempo, aquel proyecto se fue adaptando a las distintas necesidades hasta que, en 1846, las Hijas de la Caridad asumieron la dirección de aquel proyecto. Seis años después, abrieron la primera escuela gratuita para niñas pobres de la ciudad, sentando bases a una educación inclusiva y accesible. Con la fundación de nuevos asilos escuelas adosados al colegio a finales del siglo XIX, se pudo atender a un número cada vez más considerable de alumnos, hasta sumar el medio millar. En 1973 se convierte en centro de EGB. En 2013, y debido a la escasez de vocaciones, las Hijas de la Caridad devolvieron la gestión del centro al Arzobispado de Burgos, cuya titularidad ha pasado a depender recientemente de la fundación educativa ‘Manjón y Palencia’.
A lo largo de estos meses, el colegio realizará varias actividades para festejar su aniversario junto a alumnos, profesores y familias. En la actualidad, Saldaña cuenta con 614 alumnos, 50 profesores y 12 empleados como personal no docente.