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Este viernes, la expedición de 36 personas formada por la comunidad del Seminario de San José de Burgos -en la que conviven aspirantes al sacerdocio de la archidiócesis de Burgos y de las diócesis de Osma-Soria, de Calahorra y La Calzada-Logroño y de Gitega (Burundi)-, los seminaristas del Seminario Misionero Redemptoris Mater de Burgos y los formadores de ambos seminarios, ha comenzado su viaje a Roma para participar en una audiencia con el papa Francisco. Viajan encabezados por Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, así como por Mons. Abilio Martínez Varea, obispo de Osma-Soria, y Mons. Mikel Garciandía Goñi, obispo de Palencia.

El viaje ha comenzado en la capilla del Seminario Diocesano de San José, donde los participantes han rezado laudes y han celebrado una misa antes de tomar el autobús que les ha llevado al aeropuerto de Madrid-Barajas. Allí han visitado la capilla de las instalaciones aeroportuarias y han tomado un bocado rápido antes de embarcar rumbo a la Ciudad Eterna. Nada más aterrizar en Roma-Fiumicino visitarán la basílica de San Pablo Extramuros y rezarán vísperas junto a la comunidad benedictina que habita el lugar.

En Roma les esperan tres días de intensa actividad, aunque el plato fuerte llegará mañana, sábado, con la visita al papa Francisco. Es la razón principal de este viaje y el momento más esperado por los seminaristas desde el pasado 23 de febrero, cuando recibieron la noticia. A las 8:30h está prevista la audiencia privada que Francisco les ha concedido y que se producirá en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.

Tras ella, a las 11:00h está prevista una celebración eucarística en las grutas vaticanas y, ya el domingo, una misa en el altar papal de la basílica de Santa María la Mayor, así como una visita a la basílica de San Juan de Letrán. Por la tarde, el grupo regresará a España.

 

La carta al Papa fue el detonante

Esta visita llega tras la carta enviada al Papa a comienzos de febrero por la comunidad del Seminario, y entregada en mano el pasado 8 de febrero por el arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, durante su participación en la Asamblea Plenaria del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, del que es miembro.

En ella, la comunidad le saludaba recordándole el vínculo que une a Francisco con Burgos. Y es que, cuando Bergoglio fue ordenado obispo auxiliar de Buenos Aires, recibió -como es tradición cuando se nombra un obispo auxiliar- el nombramiento también de una diócesis histórica, ya desaparecida. Él recibió la sede episcopal de Oca, una diócesis desaparecida hace 949 años, cuando su obispo fue trasladado de forma definitiva a Burgos, siendo antecesora de lo que hoy es la archidiócesis de Burgos.

También le contaban que este curso, la archidiócesis se encuentra celebrando los 125 años del Seminario de San José, y le manifestaban su interés por poder ser recibidos personalmente por él, en una visita similar a la que ya han realizado otros seminarios. Finalmente, le adjuntaban una foto de las personas que componen la comunidad.