Este jueves, 2 de mayo, el Aula Magna de la Facultad de Teología del Norte de España, sede de Burgos, ha acogido la presentación del nuevo Catecismo para el catecumenado de adultos y la reiniciación cristiana, que acaba de publicar la Conferencia Episcopal Española (CEE). El acto ha estado presidido por el arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, que ha acompañado al director del Secretariado para el Catecumenado de la archidiócesis, José María Martínez Cuesta, y al ponente, Francisco Romero Galván, director del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la CEE.
En su intervención, Mons. Iceta ha agradecido la presencia de Romero Galván en la archidiócesis y ha hablado de la importancia de este volumen que acaba de publicar la CEE para formar a los adultos que quieren recibir los sacramentos de iniciación cristiana. En ese sentido, ha señalado que la estructura de este catecismo es «la clásica», recogiendo «cómo tenemos que creer, cómo tenemos que comportarnos, cómo tenemos que orar y cómo tenemos que celebrar», y ha destacado la forma en la que combina entre sus páginas «experiencias, textos del magisterio y textos modernos», todo ello maquetado en un estilo con gran presencia de imágenes.
Tras la intervención del arzobispo, José María Martínez Cuesta ha presentado al ponente, que ha explicado en detalle los objetivos, la estructura y la finalidad de este catecismo. Francisco Romero Galván ha apuntado la importancia de «redescubrir el mandato misionero de Jesús», así como «tomar conciencia de que la Iglesia existe para evangelizar». En ese sentido, el ponente ha explicado que vivimos unos tiempos nuevos, con «una cultura y una sociedad secularizada, en la que ha desaparecido el régimen de la cristiandad y se ha roto la cadena de la transmisión de la fe, en unas comunidades envejecidas y, muchas veces, cansadas».
Por eso, es importante este impulso nuevo que se quiere dar a la evangelización, con una llamada a evangelizar «un gran sector poblacional, de entre 20 y 60 años, que está alejado de la fe, acompañándolos en procesos de fe por medio del catecumenado bautismal o de la revitalización cristiana». De esta forma, ha señalado Romero Galván, «iremos construyendo comunidades vivas de discípulos misioneros».
También ha señalado la importancia de tomarse en serio el proceso catequético con las personas adultas, respetando los tiempos, porque «aprender a ser cristiano necesita su tiempo. Cada paso necesita maduración. Y la experiencia es que la gente agradece el recorrido. Buscan la autenticidad, y ese recorrido les ayuda a ser cristianos».
El ponente ha concluido su intervención reflexionando sobre la necesidad de implementar medios para que «los adultos de nuestros días haga este proceso de iniciación cristiana», y se ha preguntado por qué esta iniciación destinada a los adultos no está organizada como sí lo está la destinada a los niños.
El acto ha concluido con la bendición del arzobispo, que antes de pronunciarla ha tomado la palabra para recordar las grandes posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías para combatir la dispersión geográfica y poder formar grupos de catecúmenos a pesar de la distancia.