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El órgano barroco es singular en todos los sentidos. Es la máquina más compleja que se desarrolló antes de la Revolución Industrial. Pero, además, engloba todas las artes, con valor escultórico y cuestiones tanto físicas como químicas. No es mejor, ni peor que el resto de los instrumentos, es diferente. Tiene algo especial, aunque solo sea por estar vinculado durante tanto tiempo a un espacio sagrado. Respira esa atmósfera creada por la energía de los templos, la disuelve y recicla el contenido del espacio. Impresiona no solo si se toca fuerte, sino en los detalles.

 

El órgano barroco de la iglesia parroquial de San Martín, obispo, de Busto de Bureba está en vías de recuperar su esplendor, gracias a las expertas manos y técnicas del taller de organería de Federico Acitores, ubicado en Torquemada (Palencia); dedicado a la construcción y restauración de órganos de tubos desde el año 1982 y con la experiencia de 94 órganos históricos restaurados y 111 nuevos.

 

El taller de Torquemada ya inició una primera fase de la restauración el 25 de enero de 2023, con la reposición de la tubería metálica de este instrumento. Para abordar una segunda fase en la restauración, en estos momentos ha transcurrido más de una primera intensa semana de inicio de la campaña de micromecenazgo o crowdfunding, organizada por la Asociación Amigos del Órgano Barroco de Busto de Bureba a través de la entidad Hispania Nostra.

 

Por ello, la asociación necesita un empujón en las donaciones y también quieren dar las gracias a los que les apoyan en la campaña Salvemos el Órgano Barroco de Busto de Bureba a través de este enlace. La asociación invita a conocer las singularidades del proyecto y recordamos que todas las donaciones tienen una desgravación fiscal de hasta el 80%, además, según la cantidad donada, pueden apadrinanarse teclas, tubos, pisas (pedales), invitación a conciertos de órgano, visitas guiadas u obtención de varios obsequios.

 

Una segunda intervención, en función de los fondos disponibles, podría ser el desmontaje completo del instrumento, el tratamiento del mueble como consecuencia de los ataques de xilófagos y sacar su policromía. Así se explica el maestro organero, Federico Acitores, quien procederá a aplicar a todas las piezas del mueble atacadas un producto antixilófago.

 

El mueble se desmontará íntegramente para su eficaz restauración, pareado con una espléndida sillería de nogal de 1792, aunque el órgano fue trasladado y compuesto en esta ubicación en 1852, desconociendo con exactitud su procedencia, de la que tenemos indicios de un posible traslado desde la iglesia de San Miguel –lo que fue un monasterio benedictino, hoy día en ruinas–, ubicada en otro cerro del mismo municipio.

 

Donde está asentado este órgano barroco no adolece de los ataques de xilófagos, pues el piso del hermoso coro es de tablones de olmo como los del Real Monasterio de Las Huelgas de Burgos y su amplia escalinata para acceder es de piedra de sillería.

 

Como explica el organero, el órgano de Busto consta de 7 registros, sobre un teclado de 45 notas de octava corta. Guarnecido en hueso, con las alzas de nogal con dos filetes de boj: en la mano izquierda, orlos, bajoncillo, flautado, octava, docena, quincena compuesta de 2 hileras y lleno de 6 hileras; en la mano derecha, orlos, clarín, flautado, corneta de 6 hileras, octava, docena, quincena compuesta y lleno de 6 hileras.

 

También tiene a los pies siete pisas de contras, correspondientes a los siete bajos de la octava corta. La disposición de las mismas parece la original de la construcción del instrumento, según la valoración del maestro organero.

 

De acuerdo con el taller Acitores Organería y Arte, en la restauración de órganos se trabaja el instrumento de forma integral, desde la investigación histórica hasta la construcción de todas las partes, la tubería de metal y de madera, las mecánicas, el mueble, policromías, dorados y todo tipo de ornamentación.

 

El objetivo de la Asociación Amigos del Órgano, en palabras de su presidenta, Beatriz Saiz, es «promover y preservar el emblemático instrumento barroco como un elemento crucial y dinamizador de experiencias culturales y artísticas en los templos, por medio de la puesta en valor del patrimonio cultural e histórico que nos ofrece el arte como historia de la civilización y, en concreto, la música del ‘rey’ de los instrumentos musicales».

 

El primer paso en este proceso, comienza por su restauración con un coste de 111.000 €, tal como aparece detallado en la campaña actual a través de Hispania Nostra, de los cuales 38.500 € proceden de donaciones privadas y de las administraciones. Una campaña que no sería posible sin la promoción de esta restauración que está haciendo desde su creación en 2021 de la Asociación Amigos del Órgano de Busto de Bureba.