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El pasado sábado, 1 de junio, como es tradición desde 1700, se celebró con gran solemnidad la romería en honor a San Juan de Ortega.

Cada pueblo acudió acompañado de las correspondientes autoridades religiosas y civiles, llevando sus cruces parroquiales, estandartes y pendones para participar en la procesión que tuvo lugar en torno al santuario, presidida por la imagen del santo de Quintanaortuño. Durante la procesión se rezaron los Gozos del Santo que consisten en un cantar que narra su vida.

Asistieron representantes de la Junta de Castilla y León, Diputación Provincial, Ayuntamiento de Burgos, la Asociación de Amigos Camino de Santiago y otras asociaciones culturales. También acudió, como cada año, el Colegio de Arquitectos y Aparejadores de Burgos y de otras provincias por ser San Juan de Ortega su patrono.

La celebración litúrgica en la iglesia del santuario fue presidida por Agustín Burgos Asurmendi, vicepresidente, acompañado del cabildo catedralicio.

San Juan de Ortega

Nace en el pueblo de Quintanaortuño en 1080. Se entregó durante su vida a la tarea de ayudar a los peregrinos del Camino de Santiago con la construcción de calzadas y puentes, pero su gran obra la fijó en los Montes de Oca, en una zona conocida como Ortega, procedente del latín Urtica, que significa ortiga o maleza, donde hoy se encuentra la localidad de San Juan de Ortega. Allí construyó una capilla, un monasterio y un albergue para los peregrinos que se dirigían a Compostela. Con el tiempo se le unieron colaboradores en sus labores hospitalarias, con lo que nacería cerca del 1138 el monasterio de San Nicolás, conocido posteriormente como el monasterio de San Juan de Ortega.

Su obra no terminó con su muerte, el 2 de junio de 1163, sino que continuó durante años para poder consolidar el complejo monacal con el que hoy nos encontramos. Sus restos mortales reposan en la capilla de San Nicolás, que él mismo levantó.

En el año 1966, la Diócesis de Burgos encomendó el cuidado del Santuario al cabildo metropolitano de la Catedral, asegurando su continuidad.

El Milagro de la Luz

En los equinoccios de primavera y otoño en la iglesia de San Juan de Ortega tiene lugar el Milagro de la Luz. A las cinco de la tarde un rayo de sol atraviesa por una ventana iluminando el triple capitel historiado de estilo románico que representa la Anunciación de la Virgen, y va recorriendo las escenas hasta la Adoración de los Reyes.