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El arzobispo de Burgos continúa con la visita pastoral que este curso le está llevando a conocer el arciprestazgo de San Juan de Ortega. En esta ocasión, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa ha visitado la unidad pastoral de Buniel-Cavia-Estépar, que atienden los sacerdotes Jesús PuenteMiguel Ángel Saiz.

 

Este sábado, 22 de febrero, tras visitar la residencia de mayores Domusvi y la iglesia parroquial de Celada del Camino, el arzobispo ha mantenido un encuentro en Estépar con los alcaldes de todos los pueblos que componen la unidad pastoral. Ha sido un espacio de diálogo, de conocimiento de la realidad del mundo rural, de intercambio de opiniones y de escucha de las necesidades de los pueblos de la zona. Mons. Iceta tuvo una gran acogida por parte de los alcaldes –asistieron casi todos–, que ha expuesto sus inquietudes con respecto a la presencia de la Iglesia y del sacerdote entre la gente y en las misas dominicales, la conservación del patrimonio, la celebración de fiestas populares, la colaboración de la parroquia y el uso del templo para determinados eventos, etc.

 

El arzobispo, por su parte, ha mostrado la realidad del número de sacerdotes actualmente en activo, así como la normativa para la cesión y el uso de la Iglesia, el resultado del convenio de las goteras como manifestación de lo que debe ser la mutua colaboración, la existencia de un nuevo convenio con la Diputación, etc. Del encuentro también ha salido el compromiso de Mons. Iceta de asistir a la próxima romería de la Virgen de la Estepa, y de la celebración conjunta de todos los pueblos de la solemnidad del Corpus Christi, el próximo 22 de junio, en la ermita de la Virgen de Muñó.

 

Concluido el encuentro en Estépar, el arzobispo se ha trasladado a Frandovínez, donde se ha encontrado con la gente de los pueblos y los miembros de los grupos de formación y vida cristiana existentes. También en este encuentro se ha hecho una ronda de inquietudes, que acabo con la escucha y puesta sobre la mesa de las posibilidades del cara al futuro, y de algunas consignas para vivir la vida cristiana en familiar. La cita acabó con un chocolate con bizcochos preparado por las mujeres del pueblo.

 

Ya el domingo, 23 de febrero, el arzobispo ha presidido dos celebraciones eucarísticas. La primera, en Iglesias, ha contado con la asistencia también de algunos feligreses de las otras parroquias de Tamarón, Villaldemiro, Celada del Camino y Villanueva de las Carretas, que han agradecido la cercanía de Mons. Iceta durante la celebración.

 

La segunda misa, en Mazuelo de Muñó, también ha contado con un buen número de asistentes. Ésta ha estado animada por el coro parroquial, acompañada por algunos los alcaldes y concelebrada por el párroco. En la homilía, el arzobispo ha hecho hincapié en esos aspectos de la vida cristiana que más nos cuesta vivir. Al finalizar la celebración, el arzobispo ha explicado el significado del báculo, la mitra y el palio, explicación que ha agradecido mucho la gente por su desconocimiento, y ha concluido impartiendo la bendición que ha hecho extensible a las familias, enfermos, ancianos, parados, personas que pasan dificultad…, de modo que su presencia y la bendición de Dios han llegado a todos los habitantes de la zona de Muñó.

 

Para finalizar estos días intensos, los participantes han podido disfrutar de un vino español en el que unos cuantos voluntarios han colaborado poniendo unos pinchos o viandas propias (chorizo o lomo caseros) que han agradecido todos los presentes.