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De lunes a miércoles, el arciprestazgo de Burgos-Gamonal ha celebrado las Jornadas del Laicado, organizadas por la Comisión para la Promoción del Laicado del arciprestazgo con el título Es la hora de los laicos.

 

En la primera sesión, celebrada el lunes, 31 de marzo, la responsable de la Comisión presentó las jornadas. Tras un momento de oración tuvo lugar un pequeño prólogo a cargo de Víctor Román, para dar paso a la ponencia de Mayte Valdivieso, llegada desde la diócesis de Bilbao. Esta laica, responsable de la Pastoral del Trabajo y militante de HOAC, profundizó en el tema de la vocación y el compromiso de los laicos en la Iglesia. Después de un breve repaso por las raíces de Jesús y del nacimiento de las primeras comunidades cristianas, hizo especial hincapié en la importancia de la comunidad, cuya única misión es anunciar, vivir y promover el Reino de Dios, y ser sal y fermento de la sociedad.

 

Valdivieso destacó que «somos el verdadero mensaje de Dios, una llamada permanente a vivir con otros. La misión de la Iglesia necesita de vocación laical, una comunidad que refleja la buena noticia del Evangelio, el Bautismo, puerta de entrada para hacer nuestra la vida de Cristo. Todos nacemos laicos y es precisamente el Bautismo el que nos hace miembros activos en la comunidad. Una comunidad de creyentes, de esperanza vivida y comunicada, comunidad de amor fraterno».

 

«Sinodalidad es el camino que Dios espera de la iglesia del tercer milenio. Caminar juntos como bautizados desde la diversidad de carismas, de vocaciones, de ministerios, es importante no solo para nuestras comunidades, sino también para el mundo. Se trata de darse por entero en estos tiempos nuestros, en los que se necesita nacer de nuevo, asumir los desafíos de este tiempo, ayudar a ese cambio y ajustar nuestra vida», aseguró.

 

Por último, Mayte Valdivieso enumeró una serie de rasgos para vivir en este tiempo, entre los que apuntó «la Espiritualidad de la confianza, no del optimismo; espiritualidad de la fidelidad, no del éxito; espiritualidad de la responsabilidad, no del culpabilismo; espiritualidad de la esperanza, no de la nostalgia; espiritualidad de la paciencia, no de la prisa; espiritualidad del aprecio de lo pequeño, no de la ambición de lo grande; espiritualidad de la sintonía, no de la distancia; y espiritualidad de la sanación, no de la condena».

 

Finalizada la ponencia y tras unos minutos de diálogo, se daba paso a la oración final recordando a todos la segunda sesión de las jornadas, que al día siguiente  y nuevamente con la compañía de Mayte y abordaría el tema ‘Vocación y compromiso de los laicos en el mundo’.

 

Esa segunda ponencia se desarrolló el martes, 1 de abril. Tras la presentación por parte de la responsable de la Comisión para la Promoción del Laicado en Gamonal, hubo un momento de oración y un prólogo dirigido por Luis Gutiérrez Tapia, previo a la ponencia de Mayte Valdivieso.

 

Valdivieso destacó el significado de evangelizar, explicando que «se trata de Hacer llegar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad para lograr su transformación desde dentro. La evangelización lleva consigo un mensaje explícito, adaptado a las diversas situaciones y constantemente actualizado».

 

«El compromiso de presencia en el mundo abarca todos los ámbitos donde nos movemos, la familia, el trabajo, la sociedad, pero también  la paz, la justicia, el desarrollo… Dos son las preguntas que nos resuenan hoy: ¿dónde estás? y ¿dónde está tu hermano? Preguntas que deben ser una constante en nuestra vida. Ser laico o laica es ser misión, cuidar, enseñar, construir lo común, generar actos de  solidaridad en medio de una cultura del cuidado, en una sociedad cada vez más desvinculada, saber convencer, dialogar y en definitiva, trabajar. Esta experiencia supondrá estar más presentes en las situaciones de fuera, siempre acompañados por otros. Las comunidades serán cada vez más pequeñas pero con mayor grado de implicación», ha señalado.

 

Finalizada la ponencia y tras unos minutos de diálogo, se daba paso a un canto final y a un gesto para las comunidades del arciprestazgo, con una petición desde la Comisión para la Promoción del Laicado de la lectura de un manifiesto en todas las eucaristías dominicales para compartirlo con la comunidad. Los representantes de las parroquias recibieron este manifiesto en mano, como gesto de envío, ‘Juntos en la Misión para un mundo mejor’. Julián Palencia, arcipreste de Gamonal, dirigió unas palabras y concluyó con una bendición a todos los participantes, gesto cargado de simbolismo y de fraternidad.

 

La tercera y última de las sesiones se celebró el miércoles, 2 de abril, con el desarrollo de nueve talleres. La actividad tuvo lugar en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, que acogió el trabajo por grupos en los que previamente se habían apuntado los asistentes.

 

En el salón de la parroquia se citaron todos: participantes, moderadores e invitados a compartir su testimonio, acto seguido se dirigieron a las aulas, preparadas para los talleres correspondientes, muy variados y actuales: grupos de vida, Consejos Pastorales, Servicios Parroquiales, Anuncio y propuesta de fe, Caridad y Justicia, Barrios y asociaciones, Familia, Trabajo e Interculturalidad.

 

Primero, la oración del Sínodo acompañó en el inicio y tras la presentación de los asistentes, en cada taller se compartió un testimonio, seguido de una serie de preguntas. En el momento clave, se reflexionó sobre una pregunta concreta y para terminar, hubo un turno de aportaciones y diálogo.

 

Después de una hora de trabajo, vuelta al salón, donde una merienda esperaba a los participantes para compartir en torno a la mesa todo aquello que estos días ha protagonizado las Jornadas.

 

Desde la Comisión para la Promoción del Laicado en Gamonal agradecieron a todos su trabajo, implicación y colaboración para que estas Jornadas se hayan llevado a cabo, y recordaron que ahora toca recoger todas las propuestas y aportaciones de estos días y seguir animando este proceso de concienciación y protagonismo de la vocación y misión laical.