Acercarse a un recurso aún muy desconocido pero con gran potencial para atender a personas en situación vulnerable ha sido uno de los objetivos principales del Encuentro de Voluntariado de Pastoral de la Salud de la archidiócesis de Burgos, que este año ha celebrado su segunda edición el pasado martes, 16 de abril, con una visita al Centro de Referencia Estatal de Enfermedades Raras (CREER). Alrededor de sesenta personas acudieron a esta convocatoria desde diversas parroquias y arciprestazgos de Burgos, Miranda y la Ribera.
Una charla introductoria y una visita guiada a las instalaciones favoreció la toma de conciencia, en primer lugar, del impacto en los pacientes y sus familias de las denominadas «enfermedades raras», no sólo en el ámbito de la salud física, sino también en el psicológico, emocional y social. Con ese punto de partida, la visita también sirvió para conocer los apoyos, herramientas y recursos que ofrece este centro público, desde los encuentros para colectivos que agrupan a familias con problemáticas similares, la prestación de productos de apoyo, así como servicios no directamente sanitarios, como fisioterapia, apoyo psicológico o asesoramiento para la atención a las personas afectadas por estas patologías, bien sea en cuanto a cuidados cotidianos o el manejo de algunas alteraciones de la conducta.
Tal y como explica Feli Pozo, delegada episcopal de Pastoral de la Salud, las personas y colectivos a los que atiende el CREER están muy cerca de las realidades de limitación y vulnerabilidad que acompaña el voluntariado de Pastoral de la Salud. Conocer los recursos a los que pueden optar mayores y enfermos les permitirá difundirlo entre quienes lo necesiten.
Una vez finalizada la visita, el encuentro continuó en el cercano Seminario Redemptoris Mater, con un primer tiempo de convivencia informal para después dar voz a las experiencias que se llevan a cabo en cada parroquia o arciprestazgo con las personas mayores y enfermas. Un momento muy apreciado por voluntarios y voluntarias para vivir una dimensión más comunitaria del trabajo que realizan.
Como reto, quedó de manifiesto la necesidad de reforzar los equipos de pastoral de la salud en las parroquias, un ámbito en el que aún no es una realidad muy consolidada.